El siguiente documento histórico del anarquismo y el anarcosindicalismo
latinoamericanos corresponde a los «Acuerdos y resoluciones del congreso
constituyente de la Asociación Continental Americana de los Trabajadores (A.C.A.T.)»,
efectuado en Buenos Aires en mayo de 1929. Ha sido transcrito por el equipo de
N&A desde «El Anarquismo en América
Latina» (Biblioteca Ayacucho, 1990); libro compilatorio de escritos de
diversos autores y documentos históricos seleccionados por Carlos M. Rama y Ángel Cappelletti y que incluye un interesante
prefacio estructurado por Cappelletti. Las notas al final del texto son las originales
incluidas en el libro. Hemos cambiado las notas a pie de página señaladas con ‘asterisco’
por notas numeradas. El texto de Max Nettlau que se señala en la primera nota
aún no lo hemos transcrito. La imagen a continuación no corresponde al citado congreso. Para acceder al documento en PDF pueden hacer clic aquí. (N&A)
ASOCIACIÓN
CONTINENTAL DE TRABAJADORES1
ACUERDOS
Y RESOLUCIONES
DEL
CONGRESO CONSTITUYENTE
EFECTUADO
EN BUENOS AIRES
LOS DÍAS 11 AL 16 DE MAYO DE 1929
CON TODA FELICIDAD, colmando
los deseos de sus iniciadores, se realizó el congreso continental americano
durante los días 11 al 16 de mayo de 1929, en la ciudad de Buenos Aires.
Este congreso venía a cumplir
una vieja aspiración. La idea de reunir en un vasto organismo continental a
todos los trabajadores revolucionarios de América, ligándolos entre sí
solidariamente, es muy vieja, casi tan vieja como lo es el movimiento
libertario del nuevo mundo. Es, por otra parte, natural que así fuera; el deseo
más íntimo de los anarquistas de todos los tiempos, ha sido unirse entre sí
internacionalmente, respetando las modalidades particulares que determina la
naturaleza étnica de cada país. Este pensamiento está en la esencia de los
ideales que defendemos.
Por desgracia, nunca hasta este
instante se realizó un esfuerzo lo necesariamente tenaz y continuado para
cumplir esta aspiración nuestra hacia el internacionalismo. En el congreso
extraordinario de la F.O.R.A., realizado en 1920, se comprendió esta necesidad y
se tomó una resolución categórica en ese sentido. Es a partir de esa fecha que
se realiza un esfuerzo serio y persistente para llegar al resultado anhelado,
especialmente durante los años 1927, 28 y 29, con la constitución por el
Consejo Federal de la F.O.R.A. de la Secretaría de Relaciones Internacionales,
que tuvo a su cargo la preparación y
organización del congreso continental.
La Confederación General de
Trabajadores de México también perseguía el propósito de fundar un organismo
libertario continental y a tal efecto se estableció entre F.O. Regional
Argentina y C.G.T. la más estrecha relación para cumplir de común acuerdo este
deseo colectivo.
Se intentó la realización de
dos congresos americanos, uno de parte de la C.G.T. que convocó a los organismos
libertarios del continente en Panamá, en 1925, y el segundo de parte de la
F.O.R.A., en Buenos Aires, en mayo de 1927. Ambos intentos fracasaron. Las
delegaciones asistentes a los mismos no eran lo suficientemente numerosas como
para abocarse de hecho a la constitución de un organismo continental.
Diversas razones contribuyeron
a este fracaso. A la conferencia de Panamá opuso el gobierno de aquel país toda
clase de impedimentos. Pero no es esta la razón principal del fracaso. Los
trabajos para la realización, tanto de una como de la otra conferencia, no
alcanzaron la suficiente intensidad como para asegurar el éxito. Es preciso
agregar a esto, que constituye de por sí un impedimento serio, la ausencia de
organizaciones vigorosas en el continente que pudieran, abandonadas a su
propios esfuerzo, contribuir a la común tarea de elevar la organización
representativa del proletariado revolucionario americano.
Después del fracaso de la
segunda conferencia, con la formación de la Secretaría de Relaciones Internacionales,
se realiza el esfuerzo más intenso y metódico para dar vida a la actual
Asociación Continental Americana de los trabajadores.
CONGRESO
DE MAYO DE 1929
El sábado 11 de mayo de 1929,
inicia sus sesiones el Congreso Continental. Los trabajos del mismo se
prolongaron hasta el día 16, en que se realizó la sesión de clausura.
Un ambiente de cálida
fraternidad entre los delegados y la numerosa concurrencia de simpatizantes que
llenaba el amplio salón de la F.O.R.A., fue la señal distintiva del congreso.
El espíritu de amplitud y de cordura primó entre todos los delegados durante las
sesiones y se refleja en cada una de las resoluciones tomadas sobre todos los
puntos del orden del día.
Las resoluciones son de por sí
suficientemente elocuentes y señalan claramente cuáles fueron los pensamientos
dominantes del congreso continental americano, con respecto a los problemas actuales
que nos plantea la lucha contra la reacción del capitalismo y del Estado. El
congreso afirmó ampliamente los ideales libertarios como norte de las
actividades de la naciente institución, y proclamó su confianza en los mismos
para destruir los cimientos del Estado y del capitalismo y edificar sobre sus
ruinas la sociedad de los libres y de los iguales.
Damos a continuación el detalle
de los países representados en la conferencia, organismos actualmente adheridos
a la A.C.A.T. y resoluciones tomadas.
Que ninguna de las
instituciones y compañeros que pusieron sus esperanzas en los bellos ideales
que sirvieron de inspiración y de guía al congreso continental, defraude ahora
los propósitos afirmados en la magna reunión que ligó entre sí solidariamente a
los diversos movimientos libertarios del continente.
La Continental ha sido creada.
Ella representa el centro natural de convergencia del anarquismo en América.
Que cada uno y todos se agrupen entonces en torno a ese baluarte levantado
frente a todas las instituciones autoritarias del capitalismo y del movimiento
obrero de tendencias políticas.2
ORDEN
DEL DÍA
El orden del día presentado por la F.O.R.A. fue ligeramente
modificado por los delegados, tratándose de acuerdo con esta alteración en la
siguiente forma:
1.
─ Finalidad, doctrina y táctica.
2.
─ Constitución de la Continental.
3.
─ Relaciones con la A.I.T.
4.
─ Relaciones
con los organismos nacionales.
5.
─ Lucha
contra la reacción internacional.
6.
─ El movimiento campesino.
7.
─ Nombramiento de Bureau y sede del mismo.
8.
─ Label
en la prensa de las organizaciones adheridas.
9.
─ Archivo
del movimiento obrero anarquista continental.
10. ─ Intercambio de delegados entre los diversos
países.
11.
─ Lucha
por la jornada de seis horas.
12. ─ Actitud frente a la I.W.W.
13. ─ Clausura del congreso continental.
Las resoluciones adoptadas sobre cada uno de estos puntos y
que señalan claramente cuáles han sido las ideas fundamentales del congreso,
las trascribimos a continuación:
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
DECLARACIONES
GENERALES
ORGANIZACIÓN SOCIAL.─ Dos son
los caminos propuestos por los movimientos proletarios y socialistas para
superar la situación presente: la conquista del Estado para operar la
transformación política de la sociedad por medio de decretos, y la organización
de la vida económica sobre la base del trabajo de todos y de cada uno. La
primera resolución pretende realizar la nueva organización social de arriba
abajo; la segunda aspira a hacerse de abajo a arriba: una tiene por norma de
conducta la autoridad, la otra la libertad.
La Asociación Continental
Americana de los Trabajadores, que recoge las experiencias del último siglo de
luchas y que tiene en cuenta las enseñanzas de la realidad y de la vida,
repudia la conquista del Estado político como medio de emancipación proletaria
y concentra todas sus esperanzas en la organización del trabajo sobre las
piedras angulares de su libertad, de su utilización y de su solidaridad.
En consecuencia, aspira a un
régimen social en donde el trabajo será la base y la garantía de libertad y de
justicia para todos.
ABOLICIÓN DEL ESTADO.─ Un régimen social basado en el trabajo común
de las asociaciones libres de productores libres, excluye el Estado, que ha sido
siempre instrumento de dominación de una casta o clase parasitaria en
detrimento de la masa productora y que pierde su razón de ser cuando la
nivelación económica, la expropiación de los expropiadores, ha establecido la
igualdad de todos los seres humanos ante la vida, ante los instrumentos de
trabajo y ante el disfrute de los productos.
La Asociación Continental
Americana de los Trabajadores, como intérprete de los intereses de los que
producen y no de los explotadores del trabajo beneficiarios de la producción
ajena, quiere una sociedad de libres y de iguales, por lo tanto una sociedad
anarquista.
SUPRESIÓN DE LOS MONOPOLIOS.─ El capitalismo, que es la forma económica más
injusta que se pueda imaginar, y no siempre la más renditiva provechosa desde el punto de vista de la
producción misma, tiene sus más profundas raíces en el reconocimiento y la defensa
de la propiedad monopolista, exclusiva, hereditaria.
La A.C.A. de Trabajadores
rechaza todo concepto de monopolio en el usufructo de las riquezas sociales y
reivindica el derecho pleno de la humanidad presente y futura a beneficiarse
por igual, según las necesidades, de los bienes de la naturaleza y del trabajo
del hombre. Sin reconocer una forma especial de organización de las futuras
relaciones económicas, recomienda el comunismo como aquella condición que
promete una más amplia garantía de bienestar y de libertad individual.
EL HOMBRE LIBRE EN LA SOCIEDAD
LIBRE.─ Para el capitalismo y el
estatismo dominantes, el ideal consiste en la esclavización y la opresión crecientes
de las grandes masas en beneficio de las minorías privilegiadas del monopolio.
La A.C.A.T. tiene por ideal supremo el hombre libre en la sociedad libre, y
propaga su realización mediante la supresión revolucionaria del aparato estatal
y de la organización económica capitalista simultáneamente, en la convicción de
que la abolición del uno y el mantenimiento del otro conducirá
irremisiblemente, como lo ha enseñado ya la experiencia, a la restauración del
orden de cosas que se había querido destruir.
El socialismo libertario no
puede ser realizado más que por la revolución social. En consecuencia, los
trabajadores revolucionarios deben prepararse intelectual y prácticamente en el
sentido de tomar posesión de los medios de producción, distribución y
transporte a su alcance para utilizarlos automáticamente al día siguiente de la
revolución, así como elaborar los medios de relación entre los diversos grupos
de producción, o de lugar, sin que esto marque una única forma de convivencia
revolucionaria, y siempre que se salven los principios fundamentales enunciado
en nuestra finalidad.
MEDIOS
DE LUCHA
1º. El objetivo de la organización
obrera consiste en asociar a todos los asalariados para la lucha contra la clase
explotadora, de acuerdo con el lema de la primera internacional: «La
emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos».
2º. Para que sea posible llegar
a este objetivo, los métodos de acción deben estar en concordancia con la
doctrina revolucionaria. De ahí que sean las prácticas de la lucha de la
A.C.A.T. y de las organizaciones que la integran, la huelga parcial y general,
el sabotaje y el boicot en los casos en que sea necesario practicar la
solidaridad más allá de los respectivos planos nacionales.
3º. Se rechaza el arbitraje
oficial y las intervenciones oficiosas para el arreglo de las controversias
entre el capital y el trabajo. En consecuencia, será combatida la política de
la colaboración de clases, comprometiéndose incluso las organizaciones obreras
firmantes de este pacto solidario a combatir los proyectos legislativos que, en
los respectivos países, tiendan a convertir en obligatoria la intervención del
Estado en las huelgas y otros conflictos sociales.
4º. La base de las
organizaciones obreras libertarias es el federalismo. Los individuos se asocian
voluntariamente en el sindicato, los sindicatos forman las federaciones y el
conjunto constituye el organismo nacional. De abajo arriba se establece la
unión del proletariado, conservando tanto el individuo como el grupo asociado
su autonomía dentro de la Internacional de los trabajadores.
─Las organizaciones por oficio o por rama
industrial u organizaciones por fábrica en las modernas empresas
racionalizadas, debe quedar librada a la mejor utilidad reconocida por los
interesados. El federalismo es una concepción organizatriz en la línea
convergente que no se destruye siempre que se obtenga la relación de intereses
en el plano de la inmediata concreción de una fábrica, de un pueblo, de una
región, teniendo en cuenta que el hombre se debe primero al medio ambiente en
que vive como ente social y después a su oficio como productor.
5º. La Asociación Continental
Americana de los Trabajadores se declara adversaria de toda política y rechaza
todo compromiso o alianza con los partidos que aceptan la colaboración de
clases y con los sectores sindicales que actúan en la esfera del Estado, sean
parlamentarios o dictatoriales.
6º. La A.C.A.T. manifiesta su
simpatía a todo ensayo proletario revolucionario para la consecución de su
emancipación política, económica y social completa por medio de la insurrección
armada.
7º. Como aspiración de futuro,
la A.C.A.T. recomienda el comunismo anárquico, entendiendo que la propaganda de
las ideas filosóficas del anarquismo debe ser la preocupación constante de
todos los revolucionarios que aspiran a suprimir, con la tiranía económica del
capital, la tiranía política y jurídica del Estado.
FINES
INMEDIATOS
Sin renunciar a sus objetivos
generales, al contrario como un medio eficaz de acelerar su realización, la
A.C.A.T. propaga los siguientes fines inmediatos:
1º. Obtención de más altos
salarios, es decir, de una mayor participación de los trabajadores en los
resultados de la producción.
2º. Reducción de la jornada de
trabajo.
3º. Defensa de las conquistas
sociales, económicas y morales con todos los medios de la acción directa
revolucionaria que no contradicen los elevados fines perseguidos.
4º. Lucha incesante contra el
militarismo y la guerra, por la propaganda del boicot a la industria de los
armamentos, de la negativa individual y colectiva a servir en el ejército, del
desprestigio moral del oficio militar y de la huelga general revolucionaria y
el sabotaje en caso de guerra.
5º. Desconocimiento de las
barreras artificiosas de las nacionalidades estatales y proclamación de la
patria universal del trabajo y de la comunidad de intereses de los trabajadores
del mundo entero.
6º. Divulgación y afirmación de
una mentalidad hondamente libertaria y de producción consciente como condición
previa de una transformación social promisora.
7º. Ejercicio constante de la
solidaridad en favor de las víctimas de la lucha revolucionaria contra el
capitalismo y el Estado.
8º. Estímulo y apoyo a todas
las corrientes y movimientos sociales y de cultura que, aun sin coincidir con
nosotros en los objetivos finales enteramente, con su acción y propaganda contribuyen
a debilitar los puntales del autoritarismo político y del privilegio económico,
sin abandonar nunca la propia cohesión interna ni perder de vista las
finalidades que singularizan el movimiento libertador del trabajo.
NOMBRE
1º. Con el nombre de Asociación
Continental Americana de los Trabajadores se constituye una confederación
continental de organizaciones obreras y campesinas de América que aspiran a la
reorganización social sobre las bases de la libertad y de la justicia para todo
y reconocen como medio de lucha al acción directa.
2º. La A.C.A.T. constituye un
miembro colectivo de la Asociación Internacional de los Trabajadores.
ADMINISTRACIÓN
1º. La A.C.A.T. se regirá por
un secretariado de tres miembros nombrados en sus congresos, y por un consejo
nombrado por las organizaciones adheridas a razón de un miembro por
organización.
2º. La misión del secretariado
consistirá en atender la propaganda internacional, el estrechamiento de
relaciones entre el proletariado revolucionario continental, en la penetración
en los países todavía no trabajados por el ideal revolucionario y en todo
cuanto tenga atingencia con las necesidades de la lucha obrera en el terreno
internacional.
3º. El consejo asesorará al
secretariado y cooperará con él mediante sus informaciones y sus iniciativas.
CONGRESOS
Cada tres años se realizarán congresos continentales de
delegados a fin de estudiar los problemas de teoría y táctica que se presenten
y para atender a las necesidades nuevas de la propaganda y de la lucha.
SERVICIO
DE INFORMACIONES
El secretariado editará una revista de informaciones y de
propaganda, la que será distribuida proporcionalmente entre las organizaciones
adheridas.
FINANZAS
Cada organismo adherente
contribuirá a la propaganda internacional con la cantidad que le sea posible,
pero se esforzará por establecer una cuota fija que sea aproximada, de ser
posible, a la fiada por la F.O.R.A.: cinco centavos argentinos por asociado,
que se distribuirán entre la A.I.T, la Continental y el Fondo de Socorro de la
Internacional.
RESOLUCIONES
1. ─ DECLARACIÓN SOLIDARIA CON LOS PRESOS SOCIALES.
El congreso continental del
movimiento obrero libertario, al iniciar sus sesiones, envía a las víctimas de
la reacción en todos los países sus saludos fraternales. Se declara solidario
en su lucha contra la reacción estatal, contra la opresión y contra la
explotación. Que los compañeros que se encuentran tras los tétricos y fríos
muros de la prisión en los desiertos helados de Siberia, en los presidios de
Tierra del Fuego. Más afuera, Cuba, Colombia y otras partes o están forzados a
llevar una vida de emigrantes políticos, estén seguros de que el movimiento
obrero libertario del continente americano laborará con toda energía por su
liberación. El grito de libertad en favor de los prisioneros por cuestiones
sociales no enmudecerá hasta que se vea libre la última de las víctimas de la
reacción y de la dictadura de no importa qué país. La acción para arrancar a
las víctimas de la lucha social de las manos de los gobernantes fue siempre la
tarea más sagrada del movimiento obrero libertario. Los compañeros perseguidos
de todos los países pueden contar también para el futuro con la ayuda solidaria
y la acción del proletariado de América.
2. ─ CONTRA LA REACCIÓN INTERNACIONAL
I
Consideramos uno de los deberes revolucionarios de esta hora
la lucha contra el retroceso medioeval de los espíritus y de las instituciones
sociales y políticas.
En esa lucha es preciso combatir con igual intensidad el
militarismo, la guerra y la reacción, que son tres manifestaciones diversas de
un mismo principio y de una misma aspiración.
En la lucha especial contra el militarismo se recomienda:
a)
La negativa individual a hacer el servicio
militar; la negativa colectiva con el mismo fin.
b)
La divulgación de conceptos de responsabilidad
que lleven el descrédito a la función militar y hagan un deber para el
proletariado de la negativa a trabajar para el ejército, en paz o en guerra.
c)
La preparación y la divulgación de la idea de
boicot completo, de víveres, municiones, transporte, etc., para el ejército y
sus sostenedores.
d)
La propulsión de una literatura infantil que
contrarreste el envenenamiento militarista de las escuelas del Estado.
Contra la guerra se reconocen
como armas eficaces las anteriores y además la huelga revolucionaria o
insurrección popular, con la consiguiente intensificación de la lucha y de la
propaganda.
La lucha contra la reacción que
complementa la lucha contra la guerra y el militarismo, debe hacerse ante todo
por la afirmación de la solidaridad de intereses morales y materiales de los
oprimidos y explotados de todos los países, por el boicot consciente y
progresivo al estatismo, por el desenmascaramiento de la reacción que entraña
la legislación obrera o social, por la campaña contra las exigencias cada vez
mayores del aparato de dominación y de opresión, por la reivindicación de la
libertad y de la igualdad para todos los seres humanos y, en fin, por el
perfeccionamiento y la intensificación de la obra de conspiración material y
espiritual permanente contra las iniquidades del privilegio y del despotismo.
El proletariado revolucionario
de América, ante la abdicación casi completa ─contra la cual pesan muy poco las
honrosas excepciones─ de las clases intelectuales y de las juventudes
estudiantiles, tiene la grave responsabilidad y la alta misión de encabezar con
sus propias fuerzas, sin rechazar por ello la adhesión de las buenas
voluntades, la obra de la liberación del trabajo contra todas las doctrinas y
tendencias de esclavización y de opresión del hombre por el hombre.
En ese esfuerzo, los
trabajadores revolucionarios pondrán de su parte cuanto les sea posible para
suscitar en todos los ambientes y movimientos, corrientes convergentes hacia el
supremo ideal de todas las luchas del progreso: la instauración de un orden
social de cosas en donde la vida del hombre tendrá las máximas posibilidades de
desarrollo libre y armónico.
II
El congreso continental
americano está firmemente compenetrado de que la preparación internacional para
la guerra en todos los Estados tiene que ser contrarrestada igualmente por una
agitación internacional antiguerrerista de los trabajadores.
El congreso constata por
consiguiente con alegría la colaboración orgánica regular en la cuestión del
antimilitarismo entre el Bureau Internacional Antimilitarista y la Asociación
Internacional en el Comisión Internacional Antimilitarista.
El congreso exhorta a todos los
antimilitaristas revolucionarios a sostener personal y colectivamente el
trabajo internacional de la Comisión Internacional Antimilitarista.
a)
Adhiriéndose a la A.I.T. si se trata de
sindicatos.
b)
Adhiriéndose al Bureau Internacional
Antimilitarista si se trata de otras organizaciones.
c)
Adhiriéndose a la B.I.A si se trata de personas.
d)
Transmitiendo todos los acontecimientos importantes
del país respectivo en relación al militarismo, al antimilitarismo, a la
preparación de guerra, a la reacción, etc., a la Comisión Internacional
Antimilitarista.
e)
Favoreciendo la más amplia divulgación de los
comunicado noticias y artículos del servicio de la prensa de la C.I.
Antimilitarista.
f)
Enviando a la C.I.A. periódicos y direcciones de
organismos y personas que pudieran interesarse por el servicio de prensa.
g)
Conquistando suscriptores al servicio de prensa.
3.─ EL PROBLEMA INMIGRATORIO.
I
El congreso obrero continental
reunido en Buenos Aires del 11 al 16 de mayo de 1929, ha fijado su posición
ante el problema de la emigración de trabajadores, del siguiente modo:
La emigración no sólo hay que
atribuirla a la superpoblación en los viejos continentes, sino ante todo
también a la política económica capitalista. Los gobiernos capitalistas de los
países europeos tienen un interés en librarse de las partes descontentas del
proletariado sin trabajo, para apaciguar un factor de intranquilidad.
Los gobiernos capitalistas de
los países de inmigración están interesados por su parte en recibir el mayor
número posible de fuerzas de trabajo a fin de colmar el mercado del trabajo y
de reducir los salarios. Con ese propósito emprenden los gobiernos capitalistas
en América del Sur una propaganda en favor de la inmigración.
En las grandes ciudades de
América del Sur, como Buenos Aires, Río de Janeiro, etc., existe hoy ya una
gran desocupación. El congreso previene por tanto al proletariado de Europa
ante los agentes de los capitalistas y de los gobiernos. Los obreros
emigrantes, antes de emprender su emigración, deberán ponerse en relación con
las organizaciones obreras de los países a donde quieren llegar, si es posible
por intermedio de sus propias organizaciones, a los fines de informarse antes
de partir sobre las condiciones de trabajo, la altura de los salarios, la
situación del mercado, etc. Así protegen su propio interés, pues no necesitan
aceptar, a causa del desconocimiento de la situación, trabajo en malas
condiciones ni se verán en la penosa situación de tener que oficiar de
opresores de los salarios frente a sus compañeros de trabajo o de poner en
peligro las conquistas obtenidas por las organizaciones obreras.
El congreso dirige a los obreros emigrantes un llamado apremiante para que se organicen en los
sindicatos revolucionarios a fin de defender los intereses de su clase. Al
capitalismo internacionalmente organizado debe oponerle el proletariado mundial
su organización internacional, revolucionaria y libertaria. Sólo por la
abolición de la explotación económica y de la dominación política, sólo después
de la supresión de todas las fronteras artificiales y de las diferencias de
clase violentamente sostenidas pueden ser armónicas las relaciones de los obreros
de todos los países y el tráfico entre pueblo y pueblo.
II
Como labores inmediatas se
recomienda: Una intensa propaganda alrededor de las Casas de Inmigrantes a fin
de que se conozca: 1º. Dónde están las sociedades obreras de resistencia en la
capital y en el interior; 2º. Las condiciones de trabajo, lucha y propaganda;
3º. El significado y alcance de los arrendadores de tierras, particulares y del
Estado. Y en fin, todas las cosas útiles con respecto al trabajo campesino,
para orientación del inmigrante; 4º. Conocer la interesada propaganda de los
consulados y delegados comerciales y divulgar la verdad al respecto, para que
antes de cruzar el mar sepan lo que van a encontrar. Además, lo que son las
empresas de inmigración y colocación. Crear a la par una estadística al
respecto.
4. ─ EL
PROBLEMA CAMPESINO
El congreso continental declara
que el campesino representa un elemento de primer orden dentro de las luchas
hacia la emancipación humana. Declara también que el hecho de que en América
exista enorme porcentaje de campesinos en el proletariado, fortalece la
circunstancia anterior. En consecuencia, exhorta a los organismos y a las
individualidades a reivindicar al campesino del segundo término a que
generalmente se le ha relegado y a interesarlo en nuestras organizaciones.
Manifiesta además que es eficaz considerar las distintas condiciones morales y
materiales del campesino de cada país, para encajar la técnica orgánica dentro
de estas condiciones. Asimismo declara que la heterogeneidad de circunstancias
en que está circunscripto el campesino de cada país reclama un más grande
conocimiento del asunto y en consecuencia un más grande estudio teórico y
material en cada caso. Para el efecto acuerda emprender una encuesta
internacional por medio de la prensa revolucionaria; encuesta que tratará de aportar informes y
análisis de los diversos movimientos del campo.
El movimiento campesino se
tratará amplia y preferentemente en el próximo congreso continental a fin de
encontrarle una solución lo más completa posible.
5. ─ INTERCAMBIO DE DELEGADOS
El congreso continental,
reconociendo la importancia del intercambio de delegados entre los diversos
países de América, recomienda al secretariado que estudie los medios de
materializar esta iniciativa lo antes posible.
6. ─ JORNADA DE SEIS HORAS.3
Después de un largo debate, el congreso continental americano
resuelve hacer suya la resolución sobre las seis horas adoptada en el tercer
congreso de la A.I.T. celebrado en Lieja.
7. ─ PUBLICACIÓN DE UN MANIFIESTO.
El congreso continental comisiona al secretariado de la
A.C.A.T. para editar un manifiesto dirigido al proletariado de Bolivia y del
Paraguay, poniéndole de relieve el peligro de guerra y sus intereses comunes
frente al enemigo común: el Estado y el capitalismo.
8. ─ EDICIÓN DE UN FOLLETO.
Se resuelve editar un folleto conteniendo los trabajos más
importantes de carácter doctrinario que se han presentado a la consideración
del congreso continental.
9. ─ EL TRABAJO A DESTAJO.
El congreso constituyente de la
A.C.A.T. llama la atención sobre los perjuicios que ocasiona el trabajo a
destajo que lleva al campo gremial la lucha de obrero a obrero, con peligro
para los fines emancipadores, y en consecuencia recomienda a las organizaciones
adheridas que hagan todo lo posible por desterrar esta práctica del sistema de
explotación capitalista.
10. ─ RELACIONES CON LAS ORGANIZACIONES NACIONALES.
El congreso constituyente de la
A.C.A.T., para el caso en que sea solicitada la adhesión de una organización
sindical nacional en un país donde existe ya una organización adherida,
resuelve ajustarse a lo resuelto por el primer congreso de la A.I.T. sobre las
condiciones de la adhesión.
11. ─ CONTRA LAS DIVERSAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN.
La Conferencia continental de
trabajadores revolucionarios, aun propiciando con plena fe y confianza en el
porvenir, una transformación completa del orden político y del orden económico
burgués, reconoce la urgencia de la lucha por el pan y por los mejoramientos
cotidianos como exponente de la voluntad proletaria de operar esa
transformación.
Además, constata la
multiplicidad de formas de explotación del hombre por el hombre, ─en el terreno
de la industria, donde el hombre aparece como productor; en el comercio, donde
aparece como consumidor; en el campo de las especulaciones financieras, en el
radio de acción del capitalismo agrario y latifundista, etc. ─ y opina que la
obra revolucionaria definitiva, lo mismo que la defensa cotidiana, deben llevarse
a cabo en todos los frentes posibles.
12. ─ CREACIÓN DE ARCHIVOS
En cada país adherido se establecerá un archivo del
movimiento obrero anarquista continental. Cada organización debe separar de
cuantas publicaciones realice, manifiestos, volantes, periódicos, etc., tanto
ejemplares como organizaciones cuente la A.C.A.T. y enviarlos a cada una de
estas organizaciones a los efectos de ir desde ya formando estos archivos.4
NOTAS:
NOTAS:
- Transcribimos íntegramente del folleto Congreso Constituyente de la ACAT, Buenos Aires, ACAT, 1930, el informe de Diego Abad de Santillán sobre los acuerdos y resoluciones, y asimismo el texto anexo de Max Nettlau, (que en la fuente citada corresponde a las páginas 38/46) y es una Carta abierta sobre la significación del Congreso Obrero libertario americano (C.M.R.)
- Omitimos la nómina de delegaciones y personalidades asistentes por obvias razones editoriales. (C.M.R.)
- La finalidad principal de la jornada de seis horas era la de encontrar un remedio parcial a la desocupación obrera provocada por la crisis (A.J.C)
- Suprimimos la versión del acta de la sesión de clausura del congreso constituyente de la ACAT, que aparece firmada por Diego Abad de Santillán, autor asimismo de la redacción de los demás texto que anteceden (C.M.R.).