Durante el primer gobierno de Derecha de Sebastián Piñera (2010-2014) se envió, el 13 de junio de 2013, a la Comisión del Trabajo y seguridad social de la Cámara de Diputados un proyecto de ley que indica modificaciones al Código del Trabajo respecto de aquellos/as trabajadores/as que se encuentran cursando la educación superior. Dado que el proyecto se encontraba dormido en el congreso, Piñera en su actual gobierno le otorga la categoría de suma urgencia, siendo aprobado por la cámara de diputados en julio de este año con la ayuda del Frente Amplio y la Nueva Mayoría.
Objetivos de la ley
Según el mensaje Nº 051-361,
este proyecto tiene por objetivos que los estudiantes de
educación superior ingresen de forma temprana al mundo del trabajo para que el
futuro trabajador/a desarrolle actitudes como disciplina, responsabilidad,
productividad, entre otros, con el fin de que el/la estudiante se adecue
rápidamente al sistema laboral. El gobierno indica que si el/la
estudiante-trabajador “adquiere estas actitudes enriquece su currículum
laboral”. Esta idea es un absurdo liberal, ya que la gran mayoría de los/as
estudiantes-trabajadores no ingresa a espacios labores vinculados a la carrera
que está estudiando, por ende las empresas no considerarán las experiencias
laborales que no tengan vinculación con sus áreas.
Otro de los objetivos de
esta ley es “aprovechar de manera eficiente” los tiempos sin carga académica
que tengan las y los estudiantes. Por
ejemplo, si un/a estudiante tiene clases por la mañana y luego una ventana de
varias horas, el empleador podrá asignar horas de trabajo en aquellos tiempos,
o si tiene clases por la mañana y luego un módulo por la media tarde, el
empleador tendrá el derecho de planificar al trabajador/a en tres turnos en un
mismo día. Esto perjudica directamente
al estudiante-trabajador ya que los tiempos entre clases son utilizados para
realizar trabajos académicos, estudiar, recrearse, descansar y participar de
las labores domésticas. Esta flexibilidad laboral generará un desgaste mayor
para quienes trabajen y estudien, puesto que debemos considerar que existen
estudiantes madres, padres y aquellos que se hacen cargo de todo el
mantenimiento del hogar. Cabe mencionar que dada la legislación actual las
empresas acuerdan con las y los estudiantes-trabajadores, que en su mayoría son
par-time – jornada parcial según el Código del Trabajo (bajo las 30 horas
semanales)- turnos acorde a su carga académica, por ende esta política solo
beneficia a las empresas (fundamentalmente a capitales vinculados al retail,
aseo, call center, comida rápida, etc) y no así al trabajador/a.
Por otro lado, el proyecto
indica que el ingreso temprano de los jóvenes al sistema de pensiones
incrementará sus fondos, hecho que es absolutamente falso ya que como hemos
visto el sistema de capitalización individual solo genera ganancias para las
empresas administradoras de los fondos y no para las y los trabajadores.
Todos estos trucos son
engaños del legislador para justificar una ley que solo pretende coartar los
derechos laborales de las y los estudiantes-trabajadores.
Aplicación del contrato para estudiantes-trabajadores
La ley propone que
aquellos/as trabajadores/as entre los 18 a 28 años 11 meses que se encuentren
cursando estudios regulares en alguna institución de educación superior,
reconocida por el Estado, deberán acceder a este contrato de máximo 30 horas
semanales sin objeciones. El empleador tendrá el derecho de solicitar un
certificado vigente de alumno regular cada seis meses a todos aquellos que
ingresen o se encuentren trabajando con el fin de aplicar esta modalidad.
Las empresas podrán realizar
contratos a plazo fijo o de manera indefinida. No obstante, del contrato a
plazo se indica que si se termina el contrato y el/la estudiante-trabajador/a
siguiere laborando con conocimiento del empleador, esto no dará lugar a una renovación
inmediata e indefinida como hoy lo establecen los dictámenes de la Dirección
del Trabajo. Respecto del contrato indefinido, este se termina cuando el/la
estudiante-trabajador/a cumple la edad (28 años 11 meses) y/o cuando
suspenda/renuncia/completa sus estudios superiores.
De los años de permanencia
en una empresa la ley indica que no se computará el tiempo trabajado, es decir,
no existirá indemnización para aquellos/as trabajadores/as que sean despedidos
por diversas causas (inclusive necesidades de la empresa).
Del fuero laboral maternal y
sindical que hoy poseen las y los estudiantes-trabajadores la ley establece que
solo existirá durante el tiempo que establezca el contrato, sin que la empresa
requiera solicitar desafuero para poner término a este. Esta modalidad perjudica gravemente a quienes
acceden a este beneficio legal. Por un lado, las madres o padres que cuenten
con este derecho tendrán una inestabilidad laboral por la pérdida del derecho a
continuar laborando como hoy lo establece el Código del Trabajo, con los
beneficios de hora de amamantamiento y sala cuna. Además se castiga a la mujer
que se encuentre embarazada, ya que con la ley actual el contrato a plazo fijo
pasa directamente a indefinido y con esta modificación el contrato no cambiará
en beneficio de la trabajadora. Respecto de aquellos trabajadores/as que
decidan formar un Sindicato, esta política perjudica directamente la
organización sindical, esto porque la rotabilidad laboral que va a generar este
contrato no permitirá la permanencia de dirigentes y afiliados/as a las
organizaciones. Los empleadores a través de las leyes de transparencia pueden
solicitar la nómina de socios a las organizaciones sindicales en cualquier
momento, teniendo conocimiento de quienes componen los sindicatos y, por ende,
no renovar contratos a plazo fijo y/o indefinido.
Las y los
estudiantes-trabajadores no podrán pactar horas extras, tampoco se les
considerará el pago del 30% adicional por trabajar domingo o festivos, ni el
derecho a descansar 7 domingos anuales, ni el pago de la semana corrida, ni
vacaciones pagadas por el empleador. En efecto, no percibirá ningún beneficio
laboral que establece el Código para las y los trabajadores.
De la jornada laboral, las y
los trabajadores que estén matriculados en instituciones de educación superior
no podrán laborar más de 30 horas semanales. En este sentido las y los
estudiantes que trabajan de día (45 horas semanales) e ingresan a estudiar de
forma vespertina verán mermados sus ingresos. La jornada laboral podrá ser
distribuida en tres turnos que sumen 12 horas diarias. Las y los estudiantes trabajadores podrán
descansar entre turnos diarios solo 10 horas, a diferencia de lo que establece
el código que indica 12 horas. Ejemplo: un estudiante-trabajador realiza el
último turno diario de 3 horas un día lunes, su salida es a las 19:00, vuelve a
trabajar el martes a las 5:00 de la mañana.
En los periodos que el
estudiante se encuentre en receso de sus actividades académicas (vacaciones de
invierno y verano) la empresa podrá extender su jornada semanal a 45 horas
aplicándose todas las reglas de este tipo de contrato (sin pago adicional por
laborar los domingos, descanso entre turnos de 10 horas, sin derecho a horas
extraordinarias, fuero, etc.)
Las y los trabajadores que
sean afectos a este contrato especial, no podrán optar a los subsidios
entregados por el Estado: subsidio empleo joven, subsidio empleo para la mujer,
seguro de cesantía o cualquier otro beneficio o subsidio de naturaleza similar.
Análisis desde una perspectiva libertaria
No es de esperar que los
gobiernos de derecha, centro o izquierda -conservadores, liberales, demócratas,
progresistas, comunistas, etc.- realicen un cambio sustancial a las leyes
vinculadas al resguardo de los derechos de las y los trabajadores. Todos los
maquillajes y profundizaciones a las leyes laborales siempre tienen como
objetivo generar mayor productividad y aumentar las ganancias de unos pocos a
costa de la precarización laboral de la clase trabajadora. Es por ello que el
Estatuto Laboral para Jóvenes Estudiantes es una más de las prácticas
capitalistas que implementan los Estados para limitar la organización de las y
los trabajadores.
En Chile, la organización sindical post
dictadura era casi inexistente. Hasta el 2013 la taza de sindicalización era de
un 15,6%, presentándose un aumento durante los últimos años, encontrándose actualmente
en un 20,6% a nivel nacional. Esto tiene directa relación con el
ingreso al mundo laboral de aquellos jóvenes que han vivido de diversas formas manifestaciones
sociales, que se han organizado en instituciones de educación media o superior y que tienen
habituado la exigencia de sus derechos a través de instancias organizativas,
por ende el auge de los sindicatos tanto de empresa o de inter-empresa es una
constante que va en alza.
Quienes ingresan al trabajo
son aquellos/as estudiantes que necesitan un apoyo económico para solventar sus
estudios, aportar y mantener sus hogares a costa del salario. No estamos
hablando de clases altas, estamos refiriéndonos a trabajadoras y trabajadores
que en su mayoría aspiran a estudiar para poder aumentar sus ingresos y poder
obtener una calidad de vida más digna. Es por esto que el gobierno hace el
hincapié en modificar el contrato de las y los estudiantes-trabajadores, porque
no se necesita más organización sindical, no se necesitan negociaciones
colectivas que generen aumentos y beneficios para las y los trabajadores. Por
el contrario, para el gobierno es indispensable coartar la organización de
sindicatos jóvenes ya que son posibles
focos de agitación proletaria, tal como la historia lo ha demostrado.
Por otra parte, este
estatuto laboral generará que las empresas opten por la flexibilidad laboral
contratando a jóvenes en desmedro de trabajadores de mayor edad que poseerían
los beneficios generales del Código del Trabajo. Las empresas apostarán por
mayor productividad al menor gasto posible.
Sin embargo esta ley maldita
aún no está totalmente aprobada, por ello es fundamental la organización, movilización y
protesta contra esta nueva agresión de la clase dominante. Diversas
organizaciones sociales y sindicales han comenzado una campaña contra el
Estatuto Juvenil, una de las tantas convocatorias será el día miércoles 1 de
agosto a las 19:00 hrs en Plaza de Armas, en donde la asamblea abierta contra
el estatuto juvenil convocó la conformación de un bloque libertario. También habrá una concentración el día miércoles 8 de agosto a las 19:00 hrs en Plaza Italia.
Contra la explotación y el
capitalismo: ¡Apoyo mutuo y acción directa!
Luna