domingo, 27 de marzo de 2016

La importancia de «Los mártires de Chicago» para el movimiento anarcosindicalista

En un contexto social de fuerte desprestigio de los gobiernos, de los parlamentos y del sindicalismo partidista y conciliador, rescatar la importancia histórica del anarcosindicalismo adquiere una trascendencia fundamental. En este sentido, la lucha de «Los mártires de Chicago» que recordamos cada primero de mayo conforma un vigoroso precedente, pues las formas organizativas que caracterizaron aquel movimiento de 1886 distan radicalmente de las formas jerárquicas y burocráticas predominantes en el sindicalismo servil de la actualidad.

La organización de los trabajadores, la huelga general revolucionaria y la acción directa de masas, fueron determinantes en el movimiento por la jornada de las ocho horas. Ideas y prácticas que a su vez nos sirven como virtuosos y efectivos ejemplos para cimentar e impulsar la urgencia organizativa del presente. Así como no alcanzaremos la libertad a través de las jerarquías, tampoco alcanzaremos la igualdad por medio de la explotación. Del mismo modo, no concretaremos nuestra organizada voluntad como clase y seres humanos para libertarnos de lo que nos oprime a través de partidos, dirigentes y burocracias sindicales que fomentan el parlamentarismo y la acción mediada en vez de la defensa autónoma de los trabajadores.

Cuestionar el sindicalismo burocrático y partidista no significa, sin embargo, rechazar toda forma de sindicalismo. Los explotados y oprimidos necesitamos de asociaciones específicas para defendernos de las agresiones del Estado y el capitalismo. Sostener entonces un sindicalismo que promueva la acción directa, el federalismo, el apoyo mutuo y la autogestión sin jerarquías –como el que se levantó en la huelga revolucionaria por la jornada de las ocho horas–, resulta fundamental para consolidar un movimiento orientado hacia la transformación radical de la sociedad.


Anarcosindicalismo


El anarcosindicalismo aspira a concretar una sociedad organizada mediante formas federalistas libertarias donde no solo tengan capacidad de decidir quienes ocupen los lugares productivos de las industrias, campos y talleres sino que el conjunto de las comunidades, de las personas, tengan o no las fuerzas o las capacidades necesarias para desarrollar lo que comúnmente se considera “trabajo”. El anarcosindicalismo, la organización anarquista en los sindicatos, no pretende consolidarse como tendencia para que los trabajadores gobiernen. Lejos de eso, desean abolir revolucionariamente los gobiernos por una multitud de células que organizadas horizontalmente sustituyan las relaciones opresivas de la sociedad capitalista por otras decididas a través de acuerdos mutuos.

Para suprimir toda forma de gobierno y explotación, los anarcosindicalistas consideran imprescindible la organización de los trabajadores, pues el sostén del pueblo productor en los lugares de confluencia específica de los salariados es garantía de desenvolvimiento verídico y concreto en las luchas contra el capitalismo gobernante. Así, el anarcosindicalismo además de considerar importante la protesta social masiva, insiste enérgicamente en la organización solidaria de los centros laborales, estudiantiles y de constitución económica de las sociedades. A su vez, el sindicalismo anarquista promueve la conformación de periódicos, bibliotecas, jornadas culturales, cine popular, asesorías, conversatorios y un largo etcétera de actos y elementos que apunten hacia el fortalecimiento sindical en sintonía con la concreción integral del comunismo libertario.

En síntesis, el anarcosindicalismo constituye en la lucha de clases una base solidaria que posibilita la fuerza vincular necesaria tanto para concretar conquistas inmediatas en el campo laboral/social como para cimentar la sociedad libertaria del futuro. Porvenir que para los anarcosindicalistas no significa la vana consolidación de lo existente en un incoherente desarrollismo obrerista sino que la transformación revolucionaria hacia una sociedad sin clases ni dominación en donde cada cual obtenga los recursos y servicios de acuerdo a sus necesidades y en equilibrio ecológico con el entorno.





N&A



Libros recomendados: 

Anarcosindicalismo: Teoría y práctica, Rudolf Rocker 

Problemas del sindicalismo y del anarquismo, Juan Peiró 


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