Desde esta instancia siempre hemos tenido como un objetivo el
tensionar ideas entre compañeros, pero reflexionando a partir de
nuestras propias practicas de lucha. Para nosotros, la liberación de
todos los seres de nuestro planeta forma parte de nuestros anhelos por
expandir nuestra propia libertad. Esa libertad con la que hemos nacido y
que el poder coarta con su acción dominadora. Esa libertad que nosotros
hacemos valer con cada acto contrario a la dominación.
Quienes nos organizamos como Sin Banderas Ni Fronteras creemos que
la esencia de nuestra opción por denominarnos antiautoritarixs y actuar
como tales, radica en que manifestamos en la teoría y en la practica el
rechazo a toda forma de autoridad, venga esta del Estado, de los
empresarios, de la “gente común” o de personas que participan de la
lucha pero reproduce en su vida la obediencia y la autoridad. Por ello,
asumiendo nuestra implicancia individual en reproducir o no reproducir
en nuestra vida las lógicas de dominación que enfrentamos a diario, es
que optamos entre otras cosas por no consumir productos que provengan de
la explotación animal.
Sabemos que esta opción no derrumbará al sistema por si misma, pero
hace más consecuente nuestra lucha y es una contribución válida a la
propagación de nuestras ideas por medio de los hechos desde el plano
antiautoritario individual y cotidiano. Y es que desde un
posicionamiento radical el problema no se reduce al ámbito económico de
la producción industrial de alimentos y prendas de origen animal, o al
ámbito cristiano de la compasión por el que sufre. Para nosotros, los
circos, los domadores de animales y los zoológicos representan lo mismo
que los laboratorios, las empresas de leche, los mataderos y los abrigos
de pieles; y cómplices de esta masacre son los también quienes consumen
estos productos y espectáculos.
Esta posición hace que no nos reivindiquemos como “veganos”, pues
los productos que consumimos para alimentarnos o vestirnos no determina
nuestra identidad, ellos son solo una parte de nuestra lucha. Por eso
también cuestionamos el concepto de “animalista”, pues reduce la lucha
limitandola solamente a la dominación de los animales.
Demás está decir que veganos y animalistas también son los
integrantes de diversas organizaciones reformistas que quieren jaulas
más grandes o leyes más “animalistas”, validando al Estado y a todas las
instituciones implicadas en la dominación total de los seres sobre la
Tierra. Por cierto, también puede haber políticos y empresarios veganos y
animalistas, pues estas ideologías basadas principalmente en la
compasión son totalmente recuperables por el sistema. Por eso rechazamos
ser catalogados de “veganos” y llamamos a que otros se cuestionen el
llamarse así mismos de tal forma. Dieta vegana sí, “veganos” y
“veganismo” por ningún motivo. Ya lo dijimos una vez, ningún “ismo” nos
define, somos antiautoritarixs y punto.
Pero junto a lo ya dicho nuestro campo de acción no se limita a los
actos de la cotidianidad, ya que también es completamente válido y
necesario golpear a los explotadores saboteando sus actividades,
liberando animales o cualquier otro tipo de acción directa. Claro está,
que actos de este tipo por si mismos tampoco cambian la totalidad del
sistema de dominación, pero sí contribuyen golpear a nuestros enemigos, a
dar una mejor vida a algunos animales enjaulados, a practicar nuestra
capacidad de ofensiva y a demostrar que la revuelta es contagiosa y
reproducible. Porque, como dice la frase que hicieron famosa los
compañeros del FLA, si no somos nosotros quién y si no es ahora cuándo?
Queremos ahora, sin ningún disfraz de arrogancia, referirnos a una
liberación de cerdos reivindicada hace unas semanas por la organización
Elige Veganismo. Esta organización reivindicó el rescate de dos cerdos
prisioneros en una industria chilena de explotación animal. Valoramos su
entrega y valentía, pues han dado un hogar libre a esos animales, pero
no podemos dejar de comentar algunas ideas que nos impiden hermanarnos
con este tipo de organizaciones formales. Ellxs utilizaron la acción
directa para liberar a estos animales, pero tienen un discurso de
compasión y no llaman a multiplicar las acciones directas como las que
realizó un equipo de su organización. Decimos esto para dejar claro que
no son solamente los métodos de lucha en sí mismos los que nos hermanan o
diferencian de otros grupos, sino que son las ideas que planteamos al
realizar cada acción. También, creemos que es un riesgo reivindicar
acciones clandestinas e ilegales desde una organización pública y
abierta como lo es Elige Veganismo y les recomendamos sinceramente que
se cuiden pues a pesar de que su acción de rescate pueda posicionar el
nombre de su organización entre los jóvenes también puede ser un gran
atractivo de fácil infiltración para la policía.
Para finalizar este escrito, queremos dejar claro que la decisión de
no consumir productos de origen animal, atacar directamente a los
explotadores y/o liberar a otros animales, son decisiones individuales y
autónomas que cada uno toma de manera conciente. No son imposiciones de
ningún partido, estructura orgánica ni ideología. La Tierra en su
conjunto es explotada hoy en día de mil formas y como nuestra lucha no
se centra en el consumismo ecológico ni la religiosidad ascética cada
unx puede practicar los métodos de lucha que su voluntad y sus
posibilidades le permitan…pero sin olvidar que siempre es posible
desbordar nuestras propias posibilidades.
Saludos a los presxs revolucionarixs, a lxs
combatientes callejerxs y a lxs clandestinxs que han logrado mantener
una dieta vegana. Y a lxs que no, por supuesto que también toda nuestra
solidarida revolucionaria.
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