lunes, 8 de agosto de 2016

Venezuela: Anarquistas se manifiestan contra el Arco Minero del Orinoco

El viernes 22 de Julio, en Caracas, Venezuela, un grupo de activistas con un interés en común, manifestaron su descontento en una de las avenidas principales de la ciudad. La actividad autoconvocada, se realizó en concordancia con el Día Internacional contra la Megaminería y la Sexta Jornada Internacional de Resistencia.

El Arco Minero del Orinoco, es creado por Hugo Chávez en su proyecto gubernamental llamado "Plan de la Patria 2013-2019"(Obj. 3.4.1.8) y ejecutado por Nicolás Maduro, dónde se entregan concesiones a 150 empresas nacionales y transnacionales para el extractivismo de minerales de manejo industrial, como oro, coltán, hierro, cobre, diamante, bauxita, entre otros. Esta zona abarca el 12,2 % del territorio. Tal decreto implica la gran deforestación de la zona descrita, la contaminación y gasto indiscriminado de las fuentes hidrográficas principales y la posible muerte de fauna salvaje, impulsando el ecocidio más grande de toda Latinoamérica. El Motor Minero en Venezuela, no sólo comprende el Arco Minero, sino que también se expande hasta la Sierra de Perijá con el fin de extraer el carbón de esas tierras. También el decreto viola los DDHH de las comunidades originarias debido a que no existió una consulta previa real y también profundiza la militarización de la zona, lo que podría provocar un genocidio indígena.

Colectivos e individualidades de diversas inclinaciones políticas han denunciado este decreto como inconstitucional y por lo tanto han recurrido a una demanda de nulidad ante el Tribunal Supremo de Justicia. Este recurso de nulidad fue entregado en otra concentración afuera del TSJ el 31 de mayo, dónde explicaba lo incongruente que era este decreto con las leyes de protecciones ambientales y de los pueblos originarios siendo admitido por la Asamblea Nacional el 21 de Junio.

La manifestación del viernes, se realizó en frente del Ministerio de Finanzas encargado de administrar las operaciones económicas del Estado y uno de los principales ministerios en impulsar el Motor de la Minería en Venezuela, así como el ente que tiene el control de las concesiones otorgadas y responsables de la deuda externa.

Como libertarixs, rechazamos estas políticas económicas del Estado basadas en el engaño hacia la población de ofrecer una reforma extractivista con la supuesta finalidad de terminar con la crisis que en este pedazo de tierra se vive. El Gobierno Bolivariano promociona el AMO como una "garantía de futuro" hacia la economía nacional. ¿Es realmente una garantía de futuro hipotecar la tierra a empresas transnacionales cuyos ingresos no superan ni superarán el rentismo venezolano? ¿Se habla de "Soberanía Nacional" cuando comunidades indígenas son masacradas para llevar a cabo estas contaminantes operaciones? El gran impacto socioambiental es realmente catastrófico, mucho más cuando vemos los ríos y cuencas que se verán afectadas, así como la gran parte del territorio no podrá contar con el vital líquido debido a su uso irracional y se corre el riesgo de contraer enfermedades por medio del mismo. ¿A qué futuro se refiere Nicolás Maduro, Nelson Merentes y Eulogio Del Pino cuando nos hablan del Arco Minero?

Sabemos que el gobierno chavomadurista está llegando a su fin, y por ende, muchxs de lxs funcionarixs públicos, políticos y militares aprovecharán al máximo sus oportunidades de sacar dinero de toda esta coyuntura. Están hasta el cuello de deudas y lo que buscan es intentar salir de las mismas con este proyecto. Por eso, usan campañas de embrutecimiento y distracción como lo fue el racionamiento eléctrico, culpando al fenómeno natural El Niño de la situación crítica de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, sin mencionar que también es afectada producto de la minería ilegal que se desarrolla en esa zona. Prácticamente, el agua que están "ahorrando" sería para desarrollar el extractivismo en el Arco Minero del Orinoco.

Otro punto por el cual buscan llevar a cabo este plan, es para "luchar contra la minería ilegal" del cual organismo del Estado son cómplices y hasta promotores. Quieren legalizar la minería a cielo abierto y a gran escala para satisfacer sus intereses personales y económicos, dónde las mismas violaciones a los derechos humanos y ambientales que se ven en las minas ilegales estarán presentes, pero está vez, constituidas en un papel en manos de las empresas y el gobierno nacional.

La acción necesaria en este momento es la contrainformación en las calles y comunidades de lo que invisibilizan los medios de comunicación masivos, de hacerle frente a este vil engaño y que todxs se den cuenta de esta hipocresía "ecosocialista". Como anarquistas, recalcamos la importancia de nuestra autonomía y posición contestataria contra toda forma de gobierno impuesta así como los partidismos aspirantes a llegar al poder.

La invitación es para toda la gente que lee este artículo o cualquier otro relacionado a nuestra lucha por la vida para decirle "No al oro, no al carbón, sí al agua y a la libertad de los pueblos indígenas". A organizarnos y a juntarnos para la difusión de este tema tan importante y necesario en este momento.

FUERZA Y LUCHA LIBERTARIA. NO AL ARCO MINERO DEL ORINOCO. 


Fuente:AcraciA

domingo, 7 de agosto de 2016

Antecedentes sobre el impacto de la legislación laboral en el anarcosindicalismo chileno

Los siguientes momentos corresponden a un fragmento del capítulo "V.- La ofensiva estatal: legislación social y Dictadura (1924-1931)", del libro «Sin Dios, Ni Patrones. Historia, diversidad y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990)» de Víctor Muñoz Cortés; el cual pueden consultar íntegro haciendo clic aquí. El título del blog no corresponde a la fuente original. Hemos modificado la numeración de las citas para adaptarlas al formato blog.

Aunque casi 100 años nos separan de los episodios narrados, consideramos de urgente importancia —dado el contexto de resurgimiento del anarquismo en el mundo del trabajo y la contingencia del movimiento contra las AFP— estudiar las implicancias históricas del desarrollo estatal y legislativo en el movimiento obrero, anarquista y anarcosindicalista. Para tal efecto, recomendamos encarecidamente la lectura íntegra del libro mencionado. (N&A)



 



El Estado se transforma. Leyes sociales y resistencia
 

El 8 de septiembre de 1924 la Junta Militar obligó con su amenazadora presencia la aprobación del primer cuerpo legislativo en materia laboral del Estado de Chile, lo que constituyó un gran cambio en el sistema de relaciones entre el capital y el trabajo. Pero antes de continuar cabe detenerse un poco en el historial de leyes sociales y medidas de enfrentamiento que el Estado había utilizado hasta ese momento, para entender los nuevos cambios que operarán en la propia maquinaria gubernamental.

Durante todo el periodo en que usualmente se ubica la llamada “Cuestión Social” (1880 y 1925) no había un cuerpo legislativo que regulara los conflictos entre trabajadores y empresarios. Existía, no obstante, una variada cantidad de respuestas informales que solían aparecer en medio de los momentos de tensión y que se fueron modificando en el tiempo. 


En muchos casos las entidades laborales recurrían a ciertas autoridades administrativas para que oficiaran a favor de sus demandas. Ese fue el proceder predominante entre las sociedades de socorros mutuos del siglo XIX. Pero cuando el modelo orgánico laboral vinculado a las sociedades de resistencia irrumpió en tierras chilenas, se produjo un paulatino cambio en los métodos de presión. Además de la mediación informal de algunos representantes estatales (a la cual casi nunca se abandonó totalmente), se difundió exitosamente la idea de conquistar demandas por medio de la acción directa, principalmente por vía de huelgas. 

Anarquistas, socialistas y aún algunos miembros del Partido Democrático, contribuyeron a la radicalización del mundo asociativo popular. Esto derivó en que las condiciones de trabajo estuvieran directamente relacionadas con la propia capacidad de presión de los sindicatos.

El Estado modificó muy lentamente la forma de involucrarse en el mundo laboral. Durante la Cuestión Social, además de la intervención privada de algunos de sus miembros, el aparato administrativo se abocó principalmente al resguardo del orden público y a normalizar las faenas productivas en momentos de conflicto, mediante la protección de los rompe-huelgas o la facilitación de contingentes de fuerzas armadas para remplazar a los huelguistas. En momentos más tensos, el Estado procedió a reprimir violentamente a los trabajadores paralizados. El punto más dramático de esa actitud fueron las Matanzas que se ejecutaron en diversos lugares del país (Valparaíso, 1903; Santiago, 1905; Antofagasta, 1906; Iquique, 1907; Puerto Natales, 1919; San Gregorio, 1921; La Coruña; 1925) (1).


Pero junto a esta tendencia predominante del Estado en materia laboral, antes de 1925 hubo algunas puntuales medidas legislativas que buscaban reformar parcialmente la situación en que desarrollaban su trabajo los asalariados. Medidas que se deben en gran parte a la acción de algunos políticos bastante adelantados para la época.


En diciembre de 1917, por ejemplo, entró en vigencia el llamado Decreto Yáñez (en referencia a su precursor, Eleodoro Yáñez), que fijaba un método de mediación para solucionar las huelgas. El Intendente reuniría a representantes de trabajadores e industriales y él se ubicaría como relacionador. Se crearían “juntas de conciliación” y “comités de arbitraje”. Sin embargo, y debido a que la autoridad generalmente terminaba “asegurando la libertad de trabajo”, y protegiendo con ello a los rompehuelgas, escasamente los trabajadores paralizados recurrían a él. Por lo demás, los acuerdos no tenían valor legal y podían violarse fácilmente (2). 

Si bien el Decreto Yáñez no tuvo demasiada aplicación, su promulgación y sobre todo su contenido fueron un adelanto de la propia transformación del Estado en materia de relaciones laborales. Las leyes sociales promulgadas por la Junta Militar el 8 de septiembre de 1924 son el corolario de un proceso lento de sensibilización de la clase política y militar chilena. Pero son también el resultado indirecto de décadas de presión callejera.

Las Leyes Sociales de 1924 fueron principalmente siete: la n°4.053, sobre contratos laborales y regulación de trabajo de niños y mujeres; 4.054, reducción del 2% del salario del trabajador para el Fondo de seguridad social y jubilaciones; 4.055, sobre accidentes laborales; 4056, de regulación de conflictos laborales (toda huelga era ilegal); 4.057, de sindicalización legal (sindicatos profesionales e industriales), que prohibía asociarse a otros sindicatos para huelgas y prohibía las paralizaciones solidarias. La Ley también impedía la recolección de fondos económicos para sostener huelgas; 4.058, sobre cooperativas; y 4.059, que separaba a empleados de obreros, dando muchos más beneficios a los primeros y separándolos en la práctica, de los segundos (3).

Otra medida relacionada con las anteriores, fue el decreto por el cual el 1° de Mayo pasaba a ser un feriado legal. ¿Cuál era el objetivo de las leyes sociales? Varios autores coinciden en que no fueron promulgadas precisamente para beneficiar a los trabajadores. El historiador James Morris señaló: “el principal objetivo de estas leyes era prolongar el autoritarismo y no tomar un verdadero paso hacia una sociedad pluralista a través del incentivo hacia los sindicatos libres”(4). Peter DeShazo indica que, según sus estudios, “los militares deseaban lograr el mismo fin que las élites civiles, o sea, la aniquilación de los trabajadores organizados”(5).


En definitiva, parece ser que las Leyes Sociales vienen a controlar y acabar con la independencia del movimiento obrero. Como es de prever, la estrategia de los anarquistas fue mantener la autonomía de los sindicatos y de La Protesta social(6). El primer acuerdo de la Cuarta Convención Nacional de la IWW en enero de 1926, por ejemplo, invitaba a “luchar por la abolición total del Código del Trabajo y del Carnet Obligatorio”. Comenzaban así su lucha contra la sindicalización legal o forzosa, como le llamaban(7).


Por algún tiempo los anarquistas contaron con el apoyo de otros sectores, como el comunista (hasta que en la década del treinta la dirección de ese Partido dictó lo contrario). Y todos juntos llamaron a no legalizar los sindicatos. Los anarcosindicalistas se resistieron a las leyes sociales concretando campañas nacionales, como aquella que se articuló para detener la Ley 4.054 que descontaba del sueldo de los trabajadores un porcentaje para la jubilación(8). Esa empresa fue la más popular, porque dicha medida afectaba a todos y de forma inmediata. En cambio las otras leyes (las que controlaban el sindicalismo) solo dañaban directamente a las tendencias revolucionarias.


En noviembre de 1925 los libertarios crearon en Valparaíso el Comité Pro-abolición de la Ley 4.054(9). Le siguieron rápidamente desde la capital y otras ciudades en el norte y en el sur. El 22 de enero de 1926 entró en vigencia la Ley y desde entonces se reactivó la resistencia. El 20 de febrero los libertarios convocaron a un paro de protesta, pero la FOCH de los comunistas no acudió, dejando solos a los ácratas. El 30 de septiembre la Unión Industrial del Cuero inició una huelga señalando que el 2% debería ser cancelado por los empleadores(10). El gobierno llamó al diálogo para reformar la Ley y los trabajadores aceptaron. Una clara señal, según Peter DeShazo, de la debilidad de los mismos. El 1°, el 3 y el 5 de noviembre, mientras la UIC aún estaba en paro, hubo nuevos comicios en Santiago contra esa Ley en la que participaron todos los sectores reformistas y revolucionarios(11).


En diciembre hubo una gira al sur realizada por el “Comité Contra Ley 4054”, en la que viajaron el comunista Juan Chacón y el zapatero IWW Amaro Castro(12). Otra Ley que se combatió tenazmente fue la del contrato individual. Las organizaciones sindicales libertarias exigían el respeto de los convenios colectivos entre empleadores y sindicatos. En la defensa de esa demanda, hubo puntos de encuentros con otros sectores políticos para “rechazar el contrato individual y mantener contratos colectivos como único camino para defenderse”(13). Los miembros de la Federación de Obreros de Imprenta, que desde 1919 habían implantado su primer contrato colectivo (tarifado), fueron especialmente insistentes en ello(14). 


La huelga general del 17 de enero de 1927 fue la última gran manifestación social en donde se hicieron parte todas estas consignas. Iniciada por los trabajadores de ferrocarriles, sumó a todas las fuerzas sindicales y sociales existentes. Dada la diversidad y las divisiones internas, las demandas eran variadas y la unidad práctica casi imposible. Por su escasa proyección, por la represión, y por las disputas entre ideologías, la huelga acabó en desastre(15).


Todas las campañas contra el Código del Trabajo quedaron en la nada con la Dictadura militar del coronel Carlos Ibáñez del Campo, que desde febrero de 1927 y hasta julio de 1931 prohibió y persiguió, con relegación, exilio y muerte, a toda la oposición, y particularmente al movimiento revolucionario. La capacidad represiva contra el movimiento sindical disidente de la Dictadura, sirvió de marco ideal para la puesta en práctica de gran parte de la legislación en materia laboral.

Tomado del libro «Sin Dios, Ni Patrones. Historia, diversidad y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990)», Víctor Muñoz. 




1 - Una especie de extensión legislativa de la ideología “protectora del orden público”del Estado en materia laboral, fue la dictación en diciembre de 1918 de la Ley de Residencia, que facultaba a los intendentes para expulsar del país a todo extranjero que se considerara amenaza para la seguridad y unidad nacional. Con ella en mano, varios anarquistas y socialistas fueron lanzados tras las fronteras. Muchos de los afectados por aquella medida tenían un rol activo en el mundo sindical. Otro mecanismo de control en el movimiento obrero puede ser el retrato forzoso que el Estado y las empresas implantaron en algunas faenas productivas en 1917 tras vencer en la segunda huelga general de los gremios contra esa medida (la primera había sido ganada por los trabajadores en 1913)

2 - Peter DeShazo,Trabajadores urbanos..., op. Cit., p. 241, 244-245.

3 - Peter DeShazo,Trabajadores urbanos..., op. Cit., p. 309-310

4 - James Morris, citado por Peter DeShazo, Trabajadores urbanos..., op. Cit., p.308.

5 - Peter DeShazo,Trabajadores urbanos..., op. Cit., p. 308.

6 - Peter DeShazo,Trabajadores urbanos..., op. Cit., p. 331-336.

7 -“Sobre sindicalización forzosa”,La Voz del Mar, Valparaíso, 7 y 29 agosto 1925.

8 -“La ley 4054”,Adelante, Rancagua, diciembre de 1926; “La 4054”,El Obrero Gráfico, Antofagasta, 16 noviembre 1926; “Burda trampa de la Ley 4054”, El Obrero Gráfico, Valparaíso, 1 mayo 1926.

9 - Ya en 1903 se realizó un mitin en Valparaíso en protesta por la implementación del ahorro forzoso y obligatorio que se deseaba imponer en la pampa salitrera.“Actitud que se impone”, La Revuelta, Valparaíso, 11 noviembre 1903.

10 - “La Unión Industrial del Cuero fue a huelga indefinida”,Justicia, Santiago, 3 octubre 1926.

11 -“Brillante resultó el comicio”,Justicia, Santiago, 2 noviembre 1926. “El gran movimiento contra la Ley 4054”,Justicia, Santiago, 4 noviembre 1926. “Con el paro decretado por los gremios del rodado culmina hoy el movimiento contra la Ley 4054”,Justicia, Santiago, 5 noviembre 1926.

12-“Gira Comité contra Ley 4054”, La Región, Temuco, 26 diciembre 1926.

13-“Unión Gremial de Obreros y Empleados”, El Obrero Gráfico, Valparaíso, segunda quincena de agosto 1926.

14-“Nuestro contrato colectivo de trabajo”,El Obrero Gráfico, Valparaíso, segunda quincena de junio de 1926.

15 -“El gran movimiento nacional de la clase trabajadora”, Justicia, Santiago, 16 enero 1927.



jueves, 4 de agosto de 2016

¿Quién fue Gregori Petrovich Maximoff?

Gregori Petrovich Maximoff, quien murió en 1950 a la edad de 57 años, ha sido reconocido por presentar en un orden adecuado los pensamientos más importantes de Mijaíl Bakunin, proporcionando al lector una exposición clara de sus doctrinas en la obra Escritos de Filosofía Política, trabajo particularmente recomendable porque la mayor parte de los escritos escogidos de Bakunin están agotados y son difíciles de obtener en cualquier lengua. Las ediciones rusas y alemanas están completamente agotadas, y varios volúmenes de la edición francesa no son disponibles ya. Es especialmente satisfactorio que la edición actual aparezca en inglés, porque de Bakunin solo Dios y el Estado y unos pocos panfletos menores han aparecido en inglés. 

Maximoff dividió sus selecciones anotadas en cuatro partes, y ordenó en una secuencia lógica los conceptos fundamentales expresados por Bakunin sobre temas que incluían la religión, la ciencia, el Estado, la sociedad, la familia, la propiedad, las transiciones históricas y los métodos de lucha por la liberación social. Como profundo conocedor de las ideas socio-filosóficas de Bakunin y de su obra literaria, Maximoff estaba magníficamente cualificado para emprender este proyecto, al cual entregó años de duro trabajo.

Gregori Petrovich Maximoff nació el 10 de noviembre de 1893 en la aldea rusa de Mitushimo, provincia de Esmolensko. Tras completar su educación elemental, fue enviado por su padre al seminario teológico de Vladimir para iniciar la carrera sacerdotal. Aunque terminó el curso allí comprendió que no estaba hecho para esa vocación y partió hacia San Petersburgo, donde ingresó en la Academia Agrícola y se graduó como agrónomo en 1915.

A una edad muy temprana tomó contacto con el movimiento revolucionario. Era incansable en su búsqueda de nuevos valores espirituales y sociales, y durante sus años universitarios estudió los programas y métodos de todos los partidos revolucionarios en Rusia, hasta encontrar un día ciertos escritos de Kropotkin y Stepniak donde halló confirmación a muchas de sus ideas, a las cuales había llegado por sus propios caminos. Y su evolución espiritual recibió un empuje adicional al descubrir en una biblioteca privada del interior de Rusia dos obras de Bakunin que le impresionaron profundamente. De todos los pensadores libertarios, Bakunin era quien atraía más intensamente a Maximoff. El lenguaje osado del gran rebelde y el irresistible poder de sus palabras, que tan profundamente habían influido sobre tantos jóvenes rusos conquistó también a Maximoff, que durante el resto de su vida quedaría bajo su fascinación.

Maximoff tomó parte en la propaganda secreta hecha entre los estudiantes de San Petersburgo y los campesinos en las regiones rurales, y cuando al fin estalló la tan esperada revolución estableció contacto con los sindicatos, trabajando en sus consejos y hablando en sus reuniones. Fue un período de ilimitadas esperanzas para él y sus camaradas que, sin embargo, se vio cegado poco después de asumir los bolcheviques el control del gobierno ruso. Se unió al Ejército Rojo para combatir a la contrarrevolución, pero cuando los nuevos dueños de Rusia utilizaron el ejército para tareas policíacas y para desarmar al pueblo, Maximoff rehusó obedecer órdenes de ese tipo y fue condenado a muerte. Solo por la solidaridad y las enérgicas protestas del sindicato de trabajadores del metal se le perdonó la vida.

Fue arrestado por última vez el 8 de marzo de 1921, en la época de la rebelión de Kronstadt, y arrojado a la prisión de Taganka en Moscú junto a una docena de camaradas, bajo el único cargo de mantener opiniones anarquistas. Cuatro meses más tarde tomó parte en una huelga de hambre, que duró diez días y medio y tuvo amplias repercusiones. La huelga solo terminó después de que los camaradas franceses y españoles —asistentes entonces a un congreso de la Internacional Sindical Roja— elevaran sus voces contra la falta de humanidad del gobierno bolchevique y exigieran la libertad de los prisioneros. El régimen soviético accedió a esta demanda con la condición de que los prisioneros, todos ellos rusos nativos, fuesen exilados de su tierra natal.

Este es el motivo de que Maximoff fuese primero a Alemania, donde tuve la grata oportunidad de conocerle y unirme al círculo de sus amigos. Permaneció en Berlín unos tres años, y luego se trasladó a París. Allí estuvo seis o siete meses, tras los cuales, emigró a los Estados Unidos.

Maximoff escribió abundantemente sobre la lucha humana a lo largo de muchos años, durante los cuales fue diversas veces director y colaborador de periódicos y revistas libertarias en lengua rusa. En Moscú trabajó como co-director de Golos Truda [«Voz del trabajo»] y, más tarde, de su sucesora Novy Golos Truda [«Nueva Voz del Trabajo»]. En Berlín se convirtió en director de Rabotchi Put [«La Senda del Trabajo»], revista publicada por anarcosindicalistas rusos. Al establecerse más tarde en Chicago, se le nombró director de Golos Truzhenika [«Voz del Explotado»], en la que había colaborado desde Europa. Cuando dicho periódico dejó de existir, se encargó de la dirección de Dielo Trouda-Probuzhdenie [«Causa del Trabajo-Despertar», nombre surgido de la fusión de dos revistas], aparecida en Nueva York, puesto que mantuvo hasta su muerte. La lista de escritos de Maximoff en el terreno periodístico forma una bibliografía extensa y sustancial.

Entre sus escritos, se encuentra también un libro llamado La guillotina en funciones, historia muy bien documentada de 20 años de terror en la Rusia soviética, publicado en Chicago en 1940; un volumen titulado Anarquismo Constructivo, publicado igualmente en esa ciudad en 1952; un panfleto, Bolchevismo: Promesas y Realidad, que constituye un luminoso análisis de las acciones del partido comunista ruso, aparecido en Glasgow en 1935 y reimpreso en 1937; y dos panfletos en ruso publicados primero en Alemania: En lugar de un Programa, que examinaba las resoluciones de dos conferencias de anarco-sindicalistas en Rusia, y Por qué y Cómo despertaron los bolcheviques a los anarquistas de Rusia, relacionado con sus experiencias y las de sus camaradas en Moscú.

Maximoff murió en Chicago el 16 de marzo de 1950, mientras estaba aún en la flor de la edad, a consecuencia de trastornos cardiacos, y fue llorado por todos quienes tuvieron la buena suerte de conocerle. No solo era un pensador lúcido, sino un hombre de impecable carácter y amplia comprensión humana. Y era una persona integral, en la que la claridad del pensamiento y el calor de los sentimientos se unificaban del modo más feliz. El anarquismo no era para él solamente una preocupación dirigida al porvenir, sino el leit-motiv de su propia vida; desempeñaba un papel en todas sus actividades. También tenia comprensión para otras concepciones distintas, mientras estuviese convencido de que dichas creencias estaban inspiradas por la buena voluntad y por una convicción profunda. Su tolerancia era tan grande como amistosa y cooperativa su actitud hacia todos aquellos que entraban en contacto con él. Vivió como un anarquista, no porque sintiese el deber de hacerlo así, impuesto desde el exterior, sino porque no podía obrar de otro modo, porque su ser más íntimo siempre le hizo obrar como sentía y pensaba.



Crompond, N. Y.
Julio, 1952 
Fuente: Prefacio del editor a Escritos de Filosofía Política

miércoles, 3 de agosto de 2016

La Serena/Coquimbo celebrará el primer Encuentro del Libro Anarquista

El 13 y 14 de agosto, La Serena/Coquimbo celebrará el primer encuentro del libro anarquista de la región. Las jornadas pretenden ser un punto de comunicación y difusión de las ideas libertarias. Para ello durante ambos días, además de la feria de libros y publicaciones, se realizarán diversas actividades tales como el foro “El futuro del anarquismo en la región chilena. Panorama, Autocrítica y Proyección colectiva", presentado por el Grupo Volver a la Tierra de Temuco; la Proyección de Documental sobre el IIRSA, seguido de un conversatorio coordinado por Grupo Krisis de Coquimbo, en donde se discutirá sobre los alcances de la infraestructura para el saqueo del territorio que representa el IIRSA; también se presentará, entre otros, el conversatorio "La prensa Anarquista", facilitado por el Periódico anarquista El Sol Acrata, Antofagasta.

Desde la organización del Encuentro se considera que "los libros y la prensa escrita siguen siendo herramientas fundamentales para la difusión de las ideas y el aprendizaje. Por eso es que vemos esencial seguir autogestionando nuestro andar. La necesidad de aprender y poder llevar a cabo nuestros planteamientos es la base para posicionarnos frente a una forma de vida que detestamos y para construir las formas de vida que anhelamos. 

Abrimos la invitación a todas y todos, colectivos e individualidades, que deseen participar, exponiendo sus libros, sus publicaciones y todo tipo de material impreso, tomando parte en debates y talleres, contribuyendo así, al necesario análisis de la situación actual para que colectivamente podamos generar propuestas y proyectos acordes a los tiempos que vivimos. Para finalizar, en estas instancias al presentar libros y publicaciones, al debatir sobre los conflictos sociales y al reflexionar sobre nuestras prácticas, consideramos fundamental llevar los hechos en un ambiente respetuoso y fraternal, nuestros principios de antiautoritarismo, apoyo mutuo y horizontalidad. Sabemos que nuestras prácticas e ideas están más vivas que nunca, y es por eso que no nos van a detener”. 

Para mayor información acerca de las actividades programadas durante los dos días de feria y encuentro, pueden acceder al link del evento haciendo clic aquí.