Dada la oportunidad de establecer comunicación a través
de internet, hemos entrevistado a un contacto desde Venezuela sobre la situación que hoy vive el país, y tener así una visión un
poco más allá de lo que nos ofrecen los medios burgueses de comunicación (N&A)
Cuéntanos por favor, cuándo y cómo comenzaron las jornadas
de protesta en Venezuela.
Cada 12 de febrero se celebra en Venezuela el día del estudiante, en conmemoración a la Batalla de La Victoria (1814). Este año, como todos los años, el gobierno chavista llamó a la juventud que los sigue a una concentración y actos cívico-militares en el Paseo Los Próceres de Caracas. Por su parte, la oposición de ultraderecha, encabezada por Leopoldo López y María Corina Machado, convocó a una marcha de estudiantes en el marco de lo que ellos denominaron como #LaSalida. La consigna que impusieron para esa marcha fue la exigencia de una renuncia inmediata por parte de Nicolás Maduro.
El acto del chavismo se desarrolló en total normalidad: despliegue escenográfico de alta factura, nutrida asistencia, fastuoso espectáculo. Así mismo, la marcha de la oposición se desarrolló en un clima saludable. No obstante, cuando ya los asistentes estaban retirándose hacia sus casas, grupos reducidos de jóvenes caldearon los ánimos y se dirigieron hacia las instalaciones de la Fiscalía de la nación e hicieron destrozos al edificio institucional. También prendieron fuego a algunas patrullas de policía.
Hasta entonces, las fuerzas represivas del Estado les habían dejado hacer. No obstante, cuando ya los destrozos estaban hechos y los jóvenes se retiraban hacia sus casas, hubo un despliegue represivo como hacía bastante rato no veíamos en el país. Cuerpos de la policía política (Sebin, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y motorizados vestidos de civiles -vinculados a fuerzas policiales y parapoliciales-, arremetieron con balas contra los jóvenes que ya se retiraban.
En los videos grabados durante esos días, la presencia de estos funcionarios -no autorizados para el control de manifestaciones- es evidente, como es evidente que algunos de ellos dispararon contra los jóvenes. Si bien aún no se han desarrollado todas las investigaciones referentes al suceso, es de conocimiento público que las tres personas que murieron ese día fueron víctimas de las balas del Estado. Fueron policías quienes accionaron sus armas contra Bassil Dacosta, Robert Redman y Juancho Montoya. El primero, trabajador carpintero asistente a la protesta. El segundo, estudiante de una universidad privada y activista de la ultraderecha. El tercero, líder social del barrio 23 de enero, conocido como ‘Comandante Murachí’ (se encontraba en el lugar ejerciendo labores como funcionario policial).
Por supuesto, después de este evento, las protestas de la oposición se intensificaron y se tornaron cada día menos pacíficas. Y en este mismo sentido, se recrudeció el despliegue represivo del Estado.
¿Cuáles han sido las principales fuerzas ‘opositoras’ en las protestas de las últimas semanas? ¿Qué es la MUD, cuándo y en qué contexto surge y qué papel juega en la actual movilización?
La Mesa de la Unidad Democrática es una coalición de partidos de derecha que surgió en el año 2008 para disputarse las elecciones regionales con el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Quizá no sería del todo correcto decir que las protestas del mes de febrero fueron encabezadas por la MUD en pleno, pues de hecho fue el ala más de ultraderecha encabezada por el partido Voluntad Popular, quien se atribuyó la convocatoria a esta campaña denominada #LaSalida. No obstante, el grueso de los manifestantes son leales a las postulaciones de la denominada MUD y se identifican con las consignas que de allí se erigen.
¿Qué papel han desempeñado los consejos comunales en la actual situación?
No sé qué entienden fuera por ‘Consejos Comunales’. Los Consejos Comunales pudieron en algún momento erigirse como una figura autogobernante dentro de las comunidades, pero cuando el Estado impuso sobre ella una legislación, selló con ella su muerte definitiva. Actualmente, los Consejos Comunales nada tienen que ver con la situación de protestas en Venezuela, agonizan entre el burocratismo rojo.
Llegado a este punto creo necesario aclarar que si bien estas protestas tienen un evidente carácter burgués, el descontento social es totalmente legítimo y ha minado también los estratos sociales más bajos. Las políticas de Estado que ha desarrollado el gobierno chavista han devenido en potes de humo, experiencias que comienzan plenas de promesas y se van quedando en el camino… No hay consecución en las políticas públicas, ni evaluación ni corrección. El Estado va de fracaso en fracaso, intentando colocarle nombres cada vez más rimbombantes a las instituciones para tratar de opacar la inoperancia que las caracteriza. Por ello, te imaginarás, la base popular del chavismo también está profundamente descontenta. Sin embargo, esa base popular no atenderá a los llamados de la ultraderecha porque aboga sin dudas por la profundización de las ‘políticas socialistas’ que prometió y continúa prometiendo el discurso gubernamental. Hay en este sentido, un fenómeno de adormecimiento de la base popular que deja el camino libre para que la ultraderecha gane terreno en las calles.
¿Quiénes son los llamados ‘tupamaros’, cómo se organizan y a qué tareas se dedican?
Constituyen una organización política que en sus inicios estuvo vinculada con la defensa de las barriadas contra el narcotráfico y la corrupción policial. Hoy están adscritos al Gran Polo Patriótico, una coalición de partidos funcionales al gobierno chavista. El funcionamiento interno de los Tupamaros es algo que desconozco totalmente. Actualmente, se les vincula con actuaciones delictivas y parapoliciales. En el marco de estas protestas, se ha denunciado que han sido los Tupamaros quienes se han sumado -junto a fuerzas policiales- a un despliegue represivo contra zonas residenciales de las principales ciudades del país. Ellos, sin embargo, niegan esta acusación.
¿Qué alternativas existen desde posiciones de izquierda ‘no chavista’ y qué influencia tienen en la sociedad?
Son muy pocas, están dispersas y su influencia sobre el grueso de las comunidades es prácticamente nula. El chavismo es una fuerza hegemónica aún entre los sectores populares y eso se traduce en una desmovilización rotunda. Puedo referirte con mediana precisión la alternativa que representa el Partido Socialismo y Libertad. A través de CCura (Corriente Clasista Autónoma y Revolucionaria de Trabajadores), se han consolidado como una fuerza sindical importante y actualmente están convocando a un encuentro sindical, popular y estudiantil para discutir un plan de emergencia ante la crisis económica y un plan de lucha. Fuera de la dinámica de los partidos políticos, los movimientos populares de izquierda ‘no chavistas’ son muy escasos, por no decir inexistentes. Hay experiencias que integran diversas perspectivas en su seno, pero ninguna de ellas puede decirse que represente una alternativa con influencia notoria en la sociedad.
¿Qué diferencias y similitudes pueden establecerse entre la crisis que desató el golpe de Estado de Abril de 2002 con este aparente intento golpista de Febrero de 2014?
En el año 2002, el paro convocado por sectores empresariales sumió al país en una crisis de gobernabilidad. Fue algo que todos palpamos en nuestro día a día: comercios cerrados, paralización de la distribución del gas, de la gasolina… Y protestas encabezadas por sectores de la ultraderecha. El clima social y político era sumamente tenso a lo interno y también en lo referente a las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Sin embargo, la base popular del chavismo era muy sólida. Entonces la mayoría de nosotros pensaba que realmente podríamos avanzar hacia la construcción de un modelo económico y político alternativo al capitalista. Por eso, cuando desde Miraflores se dijo “Hay un golpe de Estado en marcha, hay que defender la revolución”, la mayoría no dudó en salir a la calle y defender con sus pechos el palacio presidencial. Las pocas horas que duró el golpe de Estado encabezado por el presidente de Fedecámaras, Carmona Estanga, dieron al traste con las garantías constitucionales y se destituyeron a todas las autoridades electas por votación popular. La persecución estuvo a la orden del día. No obstante, el 13 de Abril de 2002, el pueblo logró ejercer presión sobre una cúpula militar y que estos se aprestaran a rehacer el hilo constitucional. Lo que permitió que se fraguara ese golpe de Estado fue el poderío inmenso que entonces tenía Fedecámaras sobre los sectores productivos del país, incluyendo fundamentalmente a la industria petrolera y a su vez, el papel funcional al golpe que cumplieron entonces todos los medios de comunicación privados.
De allí en más, se fue consolidando un nuevo panorama: Con la industria petrolera en manos ‘más confiables’, el nacimiento de la Unión Nacional de Trabajadores, central sindical funcional a los intereses del gobierno chavista, y la consecuente profundización de la hegemonía comunicacional, el chavismo se hizo más fuerte. Y sin embargo, cada vez que ha querido reagrupar las fuerzas de su base popular, ha apelado al grito de “¡Hay un intento de golpe de Estado!”. Ese grito, sostenido por el despliegue de los medios de comunicación y una propaganda que apela a la manipulación de los lazos emocionales que une a las mayorías con la memoria del difunto Hugo Chávez, ha intentado esta vez encender nuevamente las alarmas. Sin embargo, la base popular del chavismo ya no es la misma y además percibe que en la cúpula del poder, militares y empresarios se dan la mano. De hecho, en estos últimos días hemos sido testigos de una concertación entre Lorenzo Mendoza, principal magnate, y portavoces del gobierno chavista. Con esta concertación, se desmiente plenamente la tesis del ‘golpe de Estado’.
¿Cuándo hay elecciones nuevamente en Venezuela y de qué tipo?
Las próximas elecciones serán el año próximo (2015). Corresponderá escoger a los diputados a la Asamblea Nacional. Dado el historial reciente del chavismo en lo que refiere a las elecciones, el margen de diferencia se hace cada vez más estrecho y cada vez es mayor la posibilidad de algún revés que vuelva a posicionar a la ultraderecha como una fuerza ya no minoritaria.
¿Cómo está el panorama ahora mismo?
Las protestas de la oposición, devenidas en ‘guarimbas’ revelan una torpeza política por parte de ese sector de la ultraderecha. Se desgastan en acciones violentas que sólo ganan destrozos en las zonas que habitan y enemistades entre vecinos. No han logrado trascender la consigna impuesta por Voluntad Popular sobre #LaSalida del presidente Maduro. Las investigaciones sobre los sucesos del 12F y posteriores, han arrojado un saldo de varios funcionarios policiales destituidos y otros enjuiciados. Sin embargo, restan aún muchas denuncias sobre casos de violaciones a los derechos humanos que no han sido atendidas plenamente por el Estado. Las acusaciones que pesan sobre los grupos parapoliciales no han sido objeto de revisión alguna. Los colectivos aparentemente armados se presentan desde el gobierno como víctimas de una criminalización impuesta por la propaganda internacional. La concertación por ‘La Paz’, propuesta desde el gobierno, no ha logrado integrar a los principales voceros de la MUD. Sin embargo, sí ha sumado la participación activa de Lorenzo Mendoza, mayor fuerza dentro del empresariado privado. Este magnate ha elevado algunas exigencias al gobierno y en los próximos días seremos testigos de la receptividad que logren conseguir entre la cúpula militar-empresarial que gobierna Venezuela.
Cada 12 de febrero se celebra en Venezuela el día del estudiante, en conmemoración a la Batalla de La Victoria (1814). Este año, como todos los años, el gobierno chavista llamó a la juventud que los sigue a una concentración y actos cívico-militares en el Paseo Los Próceres de Caracas. Por su parte, la oposición de ultraderecha, encabezada por Leopoldo López y María Corina Machado, convocó a una marcha de estudiantes en el marco de lo que ellos denominaron como #LaSalida. La consigna que impusieron para esa marcha fue la exigencia de una renuncia inmediata por parte de Nicolás Maduro.
El acto del chavismo se desarrolló en total normalidad: despliegue escenográfico de alta factura, nutrida asistencia, fastuoso espectáculo. Así mismo, la marcha de la oposición se desarrolló en un clima saludable. No obstante, cuando ya los asistentes estaban retirándose hacia sus casas, grupos reducidos de jóvenes caldearon los ánimos y se dirigieron hacia las instalaciones de la Fiscalía de la nación e hicieron destrozos al edificio institucional. También prendieron fuego a algunas patrullas de policía.
Hasta entonces, las fuerzas represivas del Estado les habían dejado hacer. No obstante, cuando ya los destrozos estaban hechos y los jóvenes se retiraban hacia sus casas, hubo un despliegue represivo como hacía bastante rato no veíamos en el país. Cuerpos de la policía política (Sebin, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y motorizados vestidos de civiles -vinculados a fuerzas policiales y parapoliciales-, arremetieron con balas contra los jóvenes que ya se retiraban.
En los videos grabados durante esos días, la presencia de estos funcionarios -no autorizados para el control de manifestaciones- es evidente, como es evidente que algunos de ellos dispararon contra los jóvenes. Si bien aún no se han desarrollado todas las investigaciones referentes al suceso, es de conocimiento público que las tres personas que murieron ese día fueron víctimas de las balas del Estado. Fueron policías quienes accionaron sus armas contra Bassil Dacosta, Robert Redman y Juancho Montoya. El primero, trabajador carpintero asistente a la protesta. El segundo, estudiante de una universidad privada y activista de la ultraderecha. El tercero, líder social del barrio 23 de enero, conocido como ‘Comandante Murachí’ (se encontraba en el lugar ejerciendo labores como funcionario policial).
Por supuesto, después de este evento, las protestas de la oposición se intensificaron y se tornaron cada día menos pacíficas. Y en este mismo sentido, se recrudeció el despliegue represivo del Estado.
¿Cuáles han sido las principales fuerzas ‘opositoras’ en las protestas de las últimas semanas? ¿Qué es la MUD, cuándo y en qué contexto surge y qué papel juega en la actual movilización?
La Mesa de la Unidad Democrática es una coalición de partidos de derecha que surgió en el año 2008 para disputarse las elecciones regionales con el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Quizá no sería del todo correcto decir que las protestas del mes de febrero fueron encabezadas por la MUD en pleno, pues de hecho fue el ala más de ultraderecha encabezada por el partido Voluntad Popular, quien se atribuyó la convocatoria a esta campaña denominada #LaSalida. No obstante, el grueso de los manifestantes son leales a las postulaciones de la denominada MUD y se identifican con las consignas que de allí se erigen.
¿Qué papel han desempeñado los consejos comunales en la actual situación?
No sé qué entienden fuera por ‘Consejos Comunales’. Los Consejos Comunales pudieron en algún momento erigirse como una figura autogobernante dentro de las comunidades, pero cuando el Estado impuso sobre ella una legislación, selló con ella su muerte definitiva. Actualmente, los Consejos Comunales nada tienen que ver con la situación de protestas en Venezuela, agonizan entre el burocratismo rojo.
Llegado a este punto creo necesario aclarar que si bien estas protestas tienen un evidente carácter burgués, el descontento social es totalmente legítimo y ha minado también los estratos sociales más bajos. Las políticas de Estado que ha desarrollado el gobierno chavista han devenido en potes de humo, experiencias que comienzan plenas de promesas y se van quedando en el camino… No hay consecución en las políticas públicas, ni evaluación ni corrección. El Estado va de fracaso en fracaso, intentando colocarle nombres cada vez más rimbombantes a las instituciones para tratar de opacar la inoperancia que las caracteriza. Por ello, te imaginarás, la base popular del chavismo también está profundamente descontenta. Sin embargo, esa base popular no atenderá a los llamados de la ultraderecha porque aboga sin dudas por la profundización de las ‘políticas socialistas’ que prometió y continúa prometiendo el discurso gubernamental. Hay en este sentido, un fenómeno de adormecimiento de la base popular que deja el camino libre para que la ultraderecha gane terreno en las calles.
¿Quiénes son los llamados ‘tupamaros’, cómo se organizan y a qué tareas se dedican?
Constituyen una organización política que en sus inicios estuvo vinculada con la defensa de las barriadas contra el narcotráfico y la corrupción policial. Hoy están adscritos al Gran Polo Patriótico, una coalición de partidos funcionales al gobierno chavista. El funcionamiento interno de los Tupamaros es algo que desconozco totalmente. Actualmente, se les vincula con actuaciones delictivas y parapoliciales. En el marco de estas protestas, se ha denunciado que han sido los Tupamaros quienes se han sumado -junto a fuerzas policiales- a un despliegue represivo contra zonas residenciales de las principales ciudades del país. Ellos, sin embargo, niegan esta acusación.
¿Qué alternativas existen desde posiciones de izquierda ‘no chavista’ y qué influencia tienen en la sociedad?
Son muy pocas, están dispersas y su influencia sobre el grueso de las comunidades es prácticamente nula. El chavismo es una fuerza hegemónica aún entre los sectores populares y eso se traduce en una desmovilización rotunda. Puedo referirte con mediana precisión la alternativa que representa el Partido Socialismo y Libertad. A través de CCura (Corriente Clasista Autónoma y Revolucionaria de Trabajadores), se han consolidado como una fuerza sindical importante y actualmente están convocando a un encuentro sindical, popular y estudiantil para discutir un plan de emergencia ante la crisis económica y un plan de lucha. Fuera de la dinámica de los partidos políticos, los movimientos populares de izquierda ‘no chavistas’ son muy escasos, por no decir inexistentes. Hay experiencias que integran diversas perspectivas en su seno, pero ninguna de ellas puede decirse que represente una alternativa con influencia notoria en la sociedad.
¿Qué diferencias y similitudes pueden establecerse entre la crisis que desató el golpe de Estado de Abril de 2002 con este aparente intento golpista de Febrero de 2014?
En el año 2002, el paro convocado por sectores empresariales sumió al país en una crisis de gobernabilidad. Fue algo que todos palpamos en nuestro día a día: comercios cerrados, paralización de la distribución del gas, de la gasolina… Y protestas encabezadas por sectores de la ultraderecha. El clima social y político era sumamente tenso a lo interno y también en lo referente a las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Sin embargo, la base popular del chavismo era muy sólida. Entonces la mayoría de nosotros pensaba que realmente podríamos avanzar hacia la construcción de un modelo económico y político alternativo al capitalista. Por eso, cuando desde Miraflores se dijo “Hay un golpe de Estado en marcha, hay que defender la revolución”, la mayoría no dudó en salir a la calle y defender con sus pechos el palacio presidencial. Las pocas horas que duró el golpe de Estado encabezado por el presidente de Fedecámaras, Carmona Estanga, dieron al traste con las garantías constitucionales y se destituyeron a todas las autoridades electas por votación popular. La persecución estuvo a la orden del día. No obstante, el 13 de Abril de 2002, el pueblo logró ejercer presión sobre una cúpula militar y que estos se aprestaran a rehacer el hilo constitucional. Lo que permitió que se fraguara ese golpe de Estado fue el poderío inmenso que entonces tenía Fedecámaras sobre los sectores productivos del país, incluyendo fundamentalmente a la industria petrolera y a su vez, el papel funcional al golpe que cumplieron entonces todos los medios de comunicación privados.
De allí en más, se fue consolidando un nuevo panorama: Con la industria petrolera en manos ‘más confiables’, el nacimiento de la Unión Nacional de Trabajadores, central sindical funcional a los intereses del gobierno chavista, y la consecuente profundización de la hegemonía comunicacional, el chavismo se hizo más fuerte. Y sin embargo, cada vez que ha querido reagrupar las fuerzas de su base popular, ha apelado al grito de “¡Hay un intento de golpe de Estado!”. Ese grito, sostenido por el despliegue de los medios de comunicación y una propaganda que apela a la manipulación de los lazos emocionales que une a las mayorías con la memoria del difunto Hugo Chávez, ha intentado esta vez encender nuevamente las alarmas. Sin embargo, la base popular del chavismo ya no es la misma y además percibe que en la cúpula del poder, militares y empresarios se dan la mano. De hecho, en estos últimos días hemos sido testigos de una concertación entre Lorenzo Mendoza, principal magnate, y portavoces del gobierno chavista. Con esta concertación, se desmiente plenamente la tesis del ‘golpe de Estado’.
¿Cuándo hay elecciones nuevamente en Venezuela y de qué tipo?
Las próximas elecciones serán el año próximo (2015). Corresponderá escoger a los diputados a la Asamblea Nacional. Dado el historial reciente del chavismo en lo que refiere a las elecciones, el margen de diferencia se hace cada vez más estrecho y cada vez es mayor la posibilidad de algún revés que vuelva a posicionar a la ultraderecha como una fuerza ya no minoritaria.
¿Cómo está el panorama ahora mismo?
Las protestas de la oposición, devenidas en ‘guarimbas’ revelan una torpeza política por parte de ese sector de la ultraderecha. Se desgastan en acciones violentas que sólo ganan destrozos en las zonas que habitan y enemistades entre vecinos. No han logrado trascender la consigna impuesta por Voluntad Popular sobre #LaSalida del presidente Maduro. Las investigaciones sobre los sucesos del 12F y posteriores, han arrojado un saldo de varios funcionarios policiales destituidos y otros enjuiciados. Sin embargo, restan aún muchas denuncias sobre casos de violaciones a los derechos humanos que no han sido atendidas plenamente por el Estado. Las acusaciones que pesan sobre los grupos parapoliciales no han sido objeto de revisión alguna. Los colectivos aparentemente armados se presentan desde el gobierno como víctimas de una criminalización impuesta por la propaganda internacional. La concertación por ‘La Paz’, propuesta desde el gobierno, no ha logrado integrar a los principales voceros de la MUD. Sin embargo, sí ha sumado la participación activa de Lorenzo Mendoza, mayor fuerza dentro del empresariado privado. Este magnate ha elevado algunas exigencias al gobierno y en los próximos días seremos testigos de la receptividad que logren conseguir entre la cúpula militar-empresarial que gobierna Venezuela.
3 de Marzo 2014
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