viernes, 10 de agosto de 2012


"La producción capitalista y la especulación bancaria se llevan muy bien con la llamada democracia representativa; porque esta forma moderna del Estado, basada sobre una supuesta voluntad legislativa del pueblo, supuestamente expresada por los representantes populares en asambleas supuestamente populares, unifica en sí las dos condiciones necesarias para la prosperidad de la economía capitalista: centralización estatal y sometimiento efectivo del Soberano - el pueblo- a la minoría que teóricamente le representa, pero que prácticamente le gobierna en lo intelectual e invariablemente le explota."
Mijaíl Bakunin



Elecciones... 

Una votación democrática no representa jamás la voluntad de la mayoría. En el mejor de los casos un partido representa a tres o cuatro de cada diez personas que votan. Lo normal es un porcentaje menor. Además los partidos no son homogéneos. Dentro de ellos existen facciones internas, y dentro de la facción dominante, personas de peso, gobernantes. Por ello es siempre una ínfima minoría la que toma las decisiones. Las elecciones pueden determinar algunos liderazgos, pero durante el mandato tienen que preservar los intereses del sistema. Las diversas élites que se reparten el poder establecen compromisos y llegan a acuerdos previos que nada tienen que ver con las elecciones.

En tiempo de elecciones no se eligen personas, sino partidos, o mejor dicho, listas elaboradas por partidos. Poca democracia puede haber cuando se votan organizaciones con una estructura fuertemente jerarquizada y autoritaria. Tampoco el sufragio es universal. Los menores de 18 años no votan, no sabemos por qué, cuando sí tienen derecho a ir a la cárcel, al trabajo y deberes como pagar el transporte e ir a la escuela.

El acto de votar sirve para que el Estado obtenga legitimidad. No existe participación real de las personas en la política, sino una ilusión de participación real, como la  ilusión de participación que se consigue poniendo a toda la población en contacto con los símbolos centrales de la política estatal (fiestas patrias, eventos multitudinarios, inaguraciones de obras públicas... y elecciones), y de esta manera se favorece el sentimiento de identidad e integración en el sistema, que crea la impresión de que se toma partido por algo. Así, puede haber decisiones injustas, pero como se piensa que el gobierno representa la voluntad popular, hay que aguantarse, porque lo ha decidido la mayoría.

En resumen, la ciudadanía y el deber ciudadano, votar, es un recurso de las élites gobernantes y del poder económico  para hacernos creer que participar en política es depositar un voto cada 4 años. El fraude electoral es un círculo vicioso con el que las clases dirigentes nos distraen para que caigamos en el inmovilismo social, nos alejemos de la autogestión, obviemos la organización con nuestros pares, en definitiva, el sistema electoral no es más que un queso en una trampa para ratones, comámonos al dueño de la trampita y habrá queso para todos y todas.





Quien lucha contra la injusticia no es funcional al sistema, quien solamente espera  las próximas elecciones, sí que lo es.


( artículo elaborado a partir de un texto de la revista Amor y Rabia de Valladolid, he quitado algunas cosas, para darle un carácter global y he agregado otras, el texto base lo pueden consultar aquí  )
"Los anarquistas se han opuesto siempre a la democracia representativa y al parlamentarismo porque consideran que toda delegación del poder por parte del pueblo lleva infaliblemente a la constitución de un poder separado y dirigido contra el pueblo, los anarquistas propusieron siempre como única alternativa la democracia directa. Democracia -piensan- supone burocracia, democracia representativa supone manipulación de la voluntad popular por parte del gobierno y de las clases dominantes; democracia representativa quiere decir de los menos aptos y decisión en manos de los que no saben."
  Ángel j. Capelletti







"Los anarquistas presentamos un método nuevo; la libre iniciativa de todos y el pacto libre después de que, abolida revolucionariamente la propiedad privada, todos estén en posesión de igualdad de condiciones para disponer de la riqueza social. Este método, no dejando lugar a la reconstitución de la propiedad privada, debe conducir, por medio de la libre asociación, al triunfo del principio de solidaridad "  Malatesta

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