El siguiente escrito es un fragmento de la “PARTE II, De los
Oficios y las Ideas, Desarrollo del anarcosindicalismo en la región chilena”,
del libro «Sin Dios, Ni Patrones. Historia, diversidad y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990)»
de Víctor Muñoz Cortés; el cual pueden consultar íntegro haciendo clic aquí. Foto de cabecera: Huelga IWW en Santiago, 1924.
La IWW fue sin lugar a dudas la organización libertaria más
recordada de la región chilena. No es ni la más grande ni la más afectiva de
cuantas hubo, y tampoco fueron muchos sus años de efectiva trascendencia en el
movimiento social criollo, pero sus tres letras se convirtieron en todo un
emblema de rebeldía generacional que perduró muchas décadas después de su auge.
La IWW no solo marcó a los trabajadores y trabajadoras que eligieron sumarse a
sus filas. Muchos estudiantes y profesores se sintieron afines con su ideario,
el empresariado padeció su efectividad y el Estado tuvo hasta que inventar
montajes para suprimirla y garantizar el orden social. Revolucionaria,
conflictiva, internacionalista, la IWW y sus siglas, encarnaron en sí mismas el
imaginario subversivo de los años veinte. A continuación abordaremos los
orígenes y algunos aspectos significativos de la tensa historia de esta
organización y su paso por el país365.
Tras la desaparición
de la Federación Obrera Regional Chilena (1913- 1917), los intentos para reunir
a los anarcosindicalistas de diversos oficios y a nivel “nacional” no cesaron y
pronto los mismos gremios marítimos de Valparaíso –precursores de la experiencia
fallida recién mencionada– transmitieron una novedosa propuesta: adherir al
sistema industrialista que proponía la organización de origen norteamericano
Trabajadores Industriales del Mundo, más conocida como IWW, por sus iniciales
en inglés (Industrial Workers of the World).
El contacto entre el Sindicato de Estibadores de Valparaíso
y los tripulantes de barcos pertenecientes al Marine Transport Worker´s
Industrial Unión y a la IWW de Nueva York, Chicago y California que arribaban a
ese puerto, permitieron la introducción de las nuevas ideas366.
La
propuesta fue madurada en 1918 en el interior de un congreso de la Sociedad
Gremial de Gente de Mar y tras ello fue presentada a las demás federaciones y
sindicatos de orientación libertaria del país, acordándose realizar una
convención para establecer las bases del nuevo organismo. La Federación Obrera
Local de Santiago organizó el encuentro entre el 24 y el 27 de diciembre de
1919 en la capital. Tras una asamblea abierta y bien concurrida quedó constituida
la sección chilena de la IWW367.
En ese congreso fundacional se hicieron representar
organizaciones de resistencia de toda la región formándose Uniones locales
desde Iquique a Corral. Si bien en un primer momento la conexión fue más bien
nominal y hasta un poco ficticia, con los meses se consolidaron activos núcleos
IWW en Iquique, Valparaíso, Santiago, Talca y Concepción, principalmente.
La IWW era una central sindicalista revolucionaria fundada
en Estados Unidos en 1905. Con los años se crearon secciones en varios
continentes. En América Latina sus principales enclaves estuvieron en México y
Chile, aunque también hubo núcleos en Venezuela, Ecuador y Uruguay368.
Cada sección nacional de la IWW era autónoma y variaba en sus inclinaciones
ideológicas según sus propios componentes. Así por ejemplo, la sección
estadounidense en estos años era más bien sindicalista revolucionaria (sin
finalidad ideológica), mientras que la sección chilena estuvo ligada desde su
origen al anarco-sindicalismo, aún cuando solo en 1923 estableció formalmente
en sus estatutos el Comunismo Anárquico como finalidad de la organización.
La IWW proponía relacionar los sindicatos bajo el sistema
industrialista. Esto es, crear una organización que reuniera a las entidades
laborales por ramo (departamentos) de la producción en lugar de mantener los
sindicatos por oficio. Así por ejemplo los estibadores, lancheros, jornaleros,
pescadores y carpinteros de rivera formarían el Departamento Industrial
Marítimo, mientras que los ladrilleros, estucadores, carpinteros y pintores se
agruparían en el Departamento Industrial de la Construcción369.
Allí
donde no se contaba con sindicatos de un gremio, se reunía a individualidades
de distintas especialidades y se formaba un Departamento de Oficios Varios370.
Esta centralización implicaba un alto nivel de coordinación y apoyo en los
conflictos que se suscitaban, pues se estimaba que la capacidad de negociación
crecería junto con la organización. La idea es que si paralizaba un sindicato
en particular, todos los oficios que componían su Departamento le acompañarían
en la huelga. En la práctica estos métodos demostraron ser efectivos sobre todo
en los gremios portuarios y entre los trabajadores de la construcción. Pero a
su vez, sostenerlos involucró un alto costo social dado que en cada huelga los
sindicatos, sin importar su propia situación particular, quedaban relativamente
a merced de las iniciativas de otras entidades. Mientras existió afinidad y
acuerdo no hubo mayores problemas, pero cuando aquella se reducía o desgastaba
por la propia intensidad conflictiva de la IWW, o por la falta de unanimidad en
las organizaciones de oficio, la coordinación se hizo más difícil. De hecho, de
esta tensión nació la principal disputa en el interior del campo sindicalista
libertario de los años veinte: la cuestión de la autonomía.
En cada ciudad los sindicatos de oficios se agrupaban en sus
departamentos correspondientes. Los diversos departamentos componían a su vez
la Unión Local. Las uniones locales enviaban representantes al Consejo
Administrativo de la IWW. En cada Convención Nacional participaban todos los
gremios adheridos y juntos discutían el devenir orgánico y estratégico de la
entidad en su generalidad.
La IWW reivindicaba la acción directa y proponía como medios
de lucha la huelga parcial y general, el boicot, el sabotaje (obstruir la
fuente laboral371), el label (marcar el producto boicoteado) y la
abstención de participar en elecciones estatales372. Sus cuotas eran
bajas y no se producía el enriquecimiento de las Cajas de Resistencia, pues
todo el dinero se ocupaba en conflictos. De esa forma se evitaba la
burocratización373. Además de ello, y según Moisés Montoya, uno de
sus destacados miembros:
“La IWW lucha por
arrebatar a todos los proletarios de sus vicios para convertirlos en
productores útiles y libres, capaces de administrarse solos, sin la
intervención de los demás. Para esto desarrolla el siguiente programa: En lugar
de una cantina, en que el alcohol hace al hombre un instrumento dócil para
cualquier cambullón, tiene una biblioteca con una librería donde se expenden
folletos y libros para embriagar de ideales a todos los que desean emanciparse.
En lugar de una filarmónica, que sirve para educar los pies y prostituir a las
compañeras, tienen ateneos en que se discuten todas las ideas, con veladas
culturales y conferencias para educar el cerebro y convertir a los compañeros
en hombres capaces de defenderse de todos los robos políticos. En lugar de un
ring, en que se convierte al hombre en una bestia humana, sin razonamiento,
enseñándole a abofetear al compañero, mientras frente al patrón es un carnero
que se deja explotar mansamente, tiene una Escuela de Dibujo, en que se enseña
a apreciar la belleza del arte y a organizar la sociedad futura”374.
Esta organización no solo debe analizarse desde la
perspectiva sindical, pues la IWW también fue un importante núcleo de
irradiación política y cultural para trabajadores, estudiantes y mentalidades
inquietas en general. La IWW, por ejemplo, animó LUX, la más prolífera de las
editoriales anarquistas que hubo en la región y creó varios periódicos en las
ciudades en que tuvo presencia: El
Productor en Iquique; Mar y Tierra, La Voz del Mar y La Voz del Tripulante en
Valparaíso; Boletín de los Trabajadores Industriales del Mundo, Acción Directa,
El Comunista, Hoja Sanitaria de la IWW y La Voz del Industrialismo en Santiago;
El Azote y El Proletario en Talca; Bandera Roja, Emancipación Proletaria y La
Luz de Concepción.
Las diversas secciones de la IWW contaban con locales para
realizar conferencias y debates públicos. Su Ateneo de Santiago fue todo un
centro de encuentro político en la década del veinte en donde llegaban muchas
personas cercanas y bien ajenas al ideario ácrata, a escuchar y debatir lo que allí se decía375. Lo mismo ocurría
en Valparaíso con las conferencias temáticas que todos los jueves realizaban en
la Plaza Echaurren. La IWW también impulsó el teatro obrero y las escuelas
racionalistas376. Y hasta fundó un policlínico en 1923 para los
trabajadores y sus familias.
En sus primeros años
de vida el modelo de organización de la IWW, es decir, la organización por
industria, fue asumido con entusiasmo por la mayoría de las organizaciones
laborales influidas por libertarios. Sus pilares fueron los estibadores y
tripulantes de la marina mercante, los obreros de la construcción (albañiles y
estucadores) y los mueblistas, principalmente, pero también contó con
lancheros, jornaleros, donkeros, carpinteros de bahía, pintores, baldosistas,
constructores de automóviles, zapateros, sastres, entre otros. Si bien los
wobblies –como así mismo se llamaban– nunca pudieron unificar a todos los
gremios libertarios, pues muchos de ellos –obreros de imprenta, panaderos y
zapateros– preferían su autonomía, entre 1919 y 1923 los IWW efectivamente
fueron “la central” de los libertarios criollos, relacionando a la mayoría de
los sindicatos, periódicos, grupos y estudiantes anarquistas del país377.
Gracias a la
actividad entre los tripulantes de embarcaciones de circulación nacional e
internacional, así como por las constantes giras de propaganda y organización,
los principios de la IWW se expandieron con prolijidad por Mar y Tierra y en
gran parte del territorio378. Sus “uniones locales” más estables
estuvieron en Iquique379, Valparaíso380, Santiago, Talca381,
Concepción y Talcahuano382. Y aunque fueron más frágiles y fugaces,
igual las hubo en Arica383, Caleta Buena, Antofagasta, Tocopilla,
Viña del Mar, San Antonio384, San Felipe, Rancagua, San Javier,
Tomé, Carahue385 y Corral. Además, como varios de sus miembros eran
tripulantes de barcos, constantemente los IWW llegaban a los puertos de toda la
región, cultivando relaciones e influyendo en gremios portuarios desde Arica a
Punta Arenas386.
En los primeros meses de 1920 fue tal el crecimiento y la
actividad huelguística de la IWW que las autoridades se le fueron encima. Como
se sabe, durante todo el segundo semestre de 1920 la organización fue procesada
por su pretendido carácter ilícito y terrorista. Cuestión que quedó en nada
cuando se supo que todo había sido originado por un montaje policial.
Del 15 al 18 de Mayo de 1921 se realizó en Valparaíso la
Segunda Convención Nacional de la IWW. Asistieron cincuenta y cinco delegados
en representación de ochenta y seis organizaciones laborales de Caleta Buena,
Iquique, Antofagasta, Taltal, Valparaíso, Viña del Mar, Santiago, Talca,
Talcahuano, Tomé y Concepción. Este sería su primer encuentro formal. Allí se
tomaron los siguientes acuerdos:
“Hogar Común. Las
Uniones Locales propiciarán la concentración de las finanzas gastadas en
pequeños salones gremiales para instalar el Hogar común con capacidad para
sesiones amplias de las Uniones Locales o Departamentos Industriales y dar
facilidades a la instalación de Biblioteca, Teatro, Clínica y Oficina de
Contratación de Trabajo.
Pro-imprenta. Se
acuerda que cada asociado a los gremios adheridos a los Trabajadores
Industriales del Mundo pagará una cuota mínima de un peso para adquirir una
imprenta.
Jornada
de trabajo. Exigiéndolo el exceso de desgaste físico y favoreciendo la
mayor ocupación de obreros cesantes, recomienda la jornada máxima de 44 horas
semanales, en todas las fábricas y faenas, divididas en 8 horas diarias y 4
horas el día sábado.
Salarios. Los
departamentos y Uniones Locales deben luchar por un salario mínimo que compense
las máximas necesidades de los trabajadores; no obstante sostenemos la
abolición del salario. Único factor de la tiranía y explotación capitalista.
Trabajo
a contrato. Se acuerda tratar de abolir el sistema de contrato y
especialmente los contratistas en las faenas marítimas, por considerarse
perniciosa para los intereses de los trabajadores y porque en las fábricas y
obras se establece la competencia entre ellos y éste sólo beneficia al
capitalista.
A falta
de trabajo. A falta justificada de trabajo en fábricas, talleres y
faenas, imponer (la redondilla) o sea turnos rotativos o disminución de horas
de trabajo, a fin de impedir la suspensión o cesantía forzosa de los
trabajadores.
Enganches.
Boycotearlos en todas formas y sentidos, sosteniendo la libre demanda y libre
concurrencia o contratos directos, impidiendo así la especulación y despotismo
desenfrenado por enganchadores.
Matrícula
de gente de mar y fotografía de identidad en fábricas y faenas.
Acuérdese sostener y gastar todo el empeño posible en anular estas marcas
impuestas por el capitalismo gubernamental.
Peso
máximo de llevar al hombro. Las Uniones Locales deben exigir a los
capitalistas fijen el máximo de peso de 70 kilos.
Herramientas
en el trabajo. Se insinúa iniciar la lucha por la abolición
de las herramientas llevadas por los obreros en todas las faenas y
establecimientos fabriles, exigiendo sean costadas y proporcionadas por los
capitalistas y patrones.
Emancipación
de la mujer. Las Uniones Locales y los asociados en
particular deben luchar en todas las esferas propagando, adelantando y
sosteniendo la emancipación de la mujer, organizándola. Creando en nuestro
periódico secciones especiales donde se les invite a colaborar. Igualmente la
edición de folletos, proclamas afines en este sentido. También propiciarán la
lucha por la forma lógica y justa de igual trabajo, igual salario para
contrarrestar la libre competencia entre ambos sexos a que las condena el
régimen capitalista.
Alcoholismo. Se
encarga a los Centros de Estudios Sociales dependientes de la I.W.W. y los que
simpaticen con nuestros principios, intensifiquen con energía una campaña
práctica y teórica hasta donde les sea posible y con el concurso de las Uniones
Locales contra este anestesiador vicio, fomentado por los vinicultores y
gobernantes.
Habitaciones
obreras. No reconociendo el derecho de usurpación de la tierra por
unos pocos, máxime cuando éstos nos explotan descaradamente obligándonos a
vegetar en conventillos u otras habitaciones estrechas insalubres y caras, se
recomienda mantener una constante agitación en pro de su abaratamiento y
salubridad hasta la huelga de arrendatarios: es decir no pagar arriendos por
las habitaciones sucios y caras.
Atención
sanitaria. Las Uniones Locales y Departamentos deberán exigir a los
capitalistas asistencia médica en fábricas, talleres, minas, bahía, etc.
También estimular las atenciones sanitarias fundando clínicas, extendiendo sus
servicios a sus asociados y sus familias para contrarrestar la hipocresía de la
caridad burguesa con la solidaridad proletaria.
Funerales. Se
recomienda que los funerales de los asociados sólo se harán solidarias las
organizaciones cuando hayan caído en las luchas sociales o por accidente en el
trabajo, como medio de propaganda emancipadora y apostrofar la indolencia
capitalista. En los demás casos las organizaciones quedan en libertad de obrar
como lo estimen conveniente.
Primero
de Mayo. El primero de Mayo es un día de protesta mundial y de
acción revolucionaria. No obstante, nosotros, los Trabajadores Industriales del
Mundo declaramos que mientras exista el régimen capitalista con sus ejércitos
de parásitos usurpadores del esfuerzo productor y acaparadores de la tierra
convirtiéndola en propiedad privada, y la explotación del hombre por hombres
privilegiados, todos los días mientras este estado subsista será y deben ser de
protesta y de continuada agitación proletaria.
Presos
por cuestiones sociales. Las Uniones Locales y organizaciones
afines deben mantener una constante agitación por la libertad de nuestros
camaradas, que por servir a las causas proletarias son víctimas de venganza
capitalista, secuestrándolos en cárceles y presidios. No menos debe ser la
atención debida a los hogares de todos los abnegados luchadores.
Comunismo
Libertario y Consejo de Fábrica. Recomiéndese a los
trabajadores el estudio del comunismo libertario; igualmente el estudio de los
consejos de fábricas ideados y puestos en práctica en Rusia e Italia, debiendo
atender al estudio y difusión de ambos temas los conferencistas y los
redactores de los periódicos y folletos que se editen.
Saludo
Fraternal. La convención acuerda enviar un saludo fraternal a los camaradas
revolucionarios del mundo, y exteriorizarlo a nuestros dignos camaradas que por
hoy se encuentran en las cárceles y presidios, borrón infamante del
capitalismo, y manifestamos por ellos nuestra protesta y afirmamos luchar con
el calor de nuestra convicción hasta conseguir su libertad.
Voto de
simpatía. Considerando que con la Federación de Estudiantes de Chile
y la Federación Obrera de Magallanes andamos ligados por los vejámenes y
crímenes de que fuimos víctimas en la pasada administración gubernativa y
tomando en consideración que en la primera existen miembros que nos han
prestado desinteresado concurso a nuestra organización y con la segunda nos
ligan intereses comunes, la comisión acuerda un voto de simpatía y solidaridad
a estas Federaciones que sea al mismo tiempo una protesta hacia nuestros
comunes victimarios”387.
Tras esa Convención la IWW reactivó sus campañas
reivindicativas a nivel nacional. En junio de 1921 y junto a la FOCH ayudaron a
los panaderos a ganar su huelga general. Ese mismo mes, pero en el puerto,
apoyaron una paralización de obreros de la Fábrica de Galletas Hucke. La
boicotearon dos semanas hasta que vencieron388.
Entre 1920 y 1921 la IWW era la organización laboral más
poderosa y belicosa de Valparaíso. Contaba con unos 6 mil afiliados entre
estibadores, lancheros, transportistas, operadores de grúas, tripulantes,
cargueros de ferrocarriles y trabajadoras fábricas. Con ellos protagonizó
numerosas huelgas y boicots. Muchas veces la sola amenaza de paralización
bastaba para conquistar sus demandas.
La IWW se ganó muchos enemigos entre el empresariado, la
prensa de masas y el Estado, pero también entre los comunistas y la FOCH,
puesto que varios sindicatos de la vieja federación, sobre todo en Antofagasta,
Rancagua, Talca y Talcahuano, se pasaron a la filas anarcosindicalistas. Los
gremios conservadores, desde luego, acusaban a la IWW de subversiva y
antipatriótica389.
En respuesta a los libertarios industrialistas, los patrones
organizaron la Asociación de Comerciantes de Valparaíso, que luego tuvo
similares en Antofagasta, Talcahuano y otras ciudades. La Asociación le declaró
un lockout a los IWW desde el 18 al 26 de agosto de 1921, paralizando las
descargas portuarias para des-emplear a los subversivos. La IWW, por su parte,
respondió con la huelga general a partir del día 28. Les secundaron los IWW de
Antofagasta y Talcahuano y pronto encontraron la solidaridad de sus compañeros
de Iquique, Mejillones, San Antonio, Coronel y Punta Arenas390.
Por
las magnitudes de la huelga el gobierno ofreció mediar y la Oficina del Trabajo
llamó al arbitraje, cuestión que fue rechazada por los comerciantes. Finalmente
todo acabaría –momentáneamente– en un empate. Sin embargo, el 24 de octubre el
presidente Arturo Alessandri decretó la abolición de la “redondilla”. Esta
derrota afectó dramáticamente a los IWW de todos los puertos del país, pues la
redondilla era allí la base de su poder391. La redondilla era un
mecanismo de empleo en donde los turnos de trabajo para cargar y descargar
naves eran establecidos por el sindicato. Ellos regulaban el horario y ellos
elegían también quienes desempeñarían el trabajo. En Iquique la redondilla fue
suprimida en octubre de 1923 tras sangrientos ochenta y ocho días de huelga. En
ese conflicto, además, asaltaron la imprenta de El Sembrador, publicación
anarquista íntimamente ligada al Sindicato de Lancheros de la ciudad392.
La nortina sección de la IWW cesó sus actividades. Ese mismo año los wobblies
de la Fábrica de galletas Hucke de Valparaíso fueron derrotados también en otro
conflicto laboral.
Además de estos reveses en el terreno sindical, en 1923
estalló la crisis interna del campo anarcosindicalista, separándose aguas entre
la IWW por un lado, y los anarquistas específicos y los sindicatos
federalistas, por el otro. A los primeros se les acusaba de centralistas y
marxistas. A esas alturas seguían siendo “fieles” a la IWW los obreros
portuarios de Valparaíso y San Antonio y los trabajadores de la construcción de
la capital, principalmente. Y es que aún cuando conservaban organizaciones en
otras provincias, la fuerza de la IWW estaba siendo considerablemente mermada.
En la Tercera Convención Nacional realizada en Santiago en
marzo de 1924, y producto de las críticas que venían del interior del
movimiento sindicalista libertario, la IWW se hizo industrialista y federalista
al mismo tiempo. No excluiría formas de organización mientras se luchara
mediante la acción directa. Además, en el afán de responder a las acusaciones
de centralismo, se abolió el Comité Regional Administrativo y se instauró un
Comité de Relaciones. Por último, explicitó su adhesión al comunismo anárquico393.
En la Cuarta Convención Nacional de Concepción, realizada
desde el 1° al 4 de enero de 1926, además de reafirmar los acuerdos anteriores,
se planteó rehacer los contactos con la Asociación Internacional de
Trabajadores –con sede en Berlín–, pues tenían a la entidad mundial libertaria
descuidada. Se revitalizó el llamado a propagar el neomaltusianismo y se
reafirmó el deseo de intensificar las campañas por la libertad de Sacco y
Vanzetti394.
A partir de la dictación de las leyes sociales en 1925 y
hasta su extinción, la IWW realizó campañas en contra del Código del Trabajo y
los sindicatos legales, reafirmando la necesidad de organizarse fuera del
Estado para conservar la autonomía de los movimientos sociales.
Entre 1925 y 1927 sus
fuerzas eran bastante escasas dado que la mayoría de los sindicatos libertarios
pertenecía ahora al sector autonomista, que desde 1926 se alineó en la
Federación Obrera Regional Chilena. Entonces los IWW se concentraban en los
obreros de la construcción y en los tripulantes de embarcaciones. Entre estos
últimos seguían siendo hegemónicos en comparación con otras tendencias. De
hecho, en mayo de 1925 y mayo de 1926, organizaron las Convenciones Marítimas
Portuarias, en Valparaíso y Coquimbo, respectivamente. Planeaban organizar una
“Gran Unión Marítima del Litoral Chileno”. Aún eran capaces, además, de hacer
giras de propaganda a Punta Arenas y Ecuador395.
La Dictadura de Ibáñez entre febrero de 1927 y julio de 1931
reprimió desde un principio a la IWW. Sus principales organizadores y
propagandistas fueron perseguidos, algunos de ellos capturados y confinados,
mientras que otros debieron cruzar la frontera para ponerse a salvo. Un grupo
de wobblies que se reunió en Buenos Aires publicó Acción Directa allí en 1928 y
algunos de ellos (Armando Triviño y Pedro Ortúzar) participaron en la fundación
de la Asociación Continental Americana de Trabajadores, ACAT, dependiente de la
AIT.
Tras la caída de Ibáñez, los IWW intentaron reagruparse pero
sin mayor éxito, salvo en algunos de sus gremios característicos, como el de
tripulantes de embarcaciones396.En Valparaíso contaban con un
sindicato de mueblistas y uno de metalúrgicos. En Santiago poseían un
Departamento de mueblistas y una organización de oficios varios.
En sus locales, acondicionados como ateneos, seguían
realizando veladas solidarias y actividades de difusión política397.
Los inmuebles de la IWW de los años treinta y cuarenta albergaron el Hogar del
Artista Obrero y el Policlínico de la IWW398. Esa última entidad, ahora bajo el
nombre de Policlínico Juan Gandulfo, en recuerdo de su fundador fallecido en
1932, seguirá existiendo en 1954.
El 18 y 19 de septiembre de 1937 los wobblies realizaron su
Sexta Convención Nacional en Viña del Mar. En ella reafirmaron sus principios e
insistieron en mantenerse al margen de las otras organizaciones obreras. Desde
la nueva central libertaria –la Confederación General de Trabajadores– se les
acusó de tradicionalista, por “vivir de recuerdos” en lugar de sumarse a la
organización anarcosindicalista mayoritaria. No obstante esas disputas,
existentes sobre todo en la primera mitad de los años treinta, la IWW y la CGT
no se excluyeron de unirse en determinadas campañas o en la conmemoración del
1º de Mayo.
Ya en la década del cuarenta los IWW fueron desplazados de
casi todos sus espacios y solo unos pequeños grupos conservaron sus siglas en
instancias relacionadas con el teatro y la salud de los trabajadores399.
La última noticia que se tiene de la IWW es la edición en 1951 de una nueva
versión de su clásico periódico Acción
Directa.
La IWW fue efectiva en varios aspectos. A ella se debió la
unificación, aunque momentánea, de casi todo el espectro libertario de la
región chilena, cuestión que a pesar de haber sido buscada con anterioridad,
jamás se había logrado. Varios triunfos en huelgas parecieron demostrar la
idealidad de sus métodos de organización por industrias, al comprometer la
solidaridad de varios oficios a favor del sindicato en conflicto. Quién sabe si
fue eso mismo, sumado a la represión estatal y la persecución empresarial, lo
que acabó desgastándola. Ciertamente varias de sus actitudes demostraron un
cierto dejo de sectarismo, sobre todo en las disputas con marxistas y otros
sindicatos libertarios, pero la IWW, con sus victorias y derrotas, conquistó un
lugar destacado en la historia del movimiento social chileno de los años
veinte.
Víctor Muñoz Cortés
365 Sobre la IWW en Chile, véase Mario Araya, Los Wobblies
criollos. Fundación e ideología en la región chilena de la Industrial Workers
of the World IWW (1919- 1927), Tesis para optar al grado de Licenciado en
Historia y Ciencias Sociales, Santiago, Universidad ARCIS, 2008; Peter DeShazo,
The Industrial Workers of the World in Chile, 1917-1927, M.A. Thesis,
University of Wisconsin, Wisconsin, 1973.
366 Peter DeShazo, Trabajadores urbanos…, , op. Cit., p.
225.
367 “Los Trabajadores Industriales del Mundo IWW y la FOLS
de Santiago celebran una convención en Santiago”, Numen, Santiago, 3 de enero
1920.
368 En 1921 los confiteros, mozos, ayudantes y peones de
Montevideo se organizan como IWW. “Uruguay”, El Productor, Iquique, 21 agosto
1921.
369 Por ejemplo, en 1922 el Departamento de Manufacturas en
Madera de Santiago estaba dividido en 3 sub-departamentos geográficos (Barrio
Independencia, Cortés Yungay y San Eugenio), y tenía 450 miembros entre
mueblistas, talladores, barnizadores, tapiceros, maquinistas barraqueros y
taqueros.
370 En 1923, por ejemplo, se creó un Departamento Femenino
de Oficios Varios en Santiago para reunir a las mujeres de todas las fábricas y
luchar contra los prejuicios religiosos. Y es que, aparte del policlínico, en
1924 se habían “implantado las clases nocturnas de castellano, matemáticas,
dibujo lineal y ornamental, conferencias sobre educación y alimentación del
niño, de sociología y sobre típicos de suma importancia para la sociedad en
general”. Ver “Departamento Femenino de Oficios Varios”, El Obrero Constructor,
Santiago, junio 1924. “Correspondencia del extranjero”, Nuestra Tribuna,
Necochea, 1 noviembre 1923.
371 Esta medida fue retirada en la Convención de Mayo de
1921.
372 “Constitución”, Boletín de los Trabajadores Industriales
del Mundo, Santiago, abril de 1920.
373 El portuario Luís Toro hace una completa descripción de
la organización y metodología de acción de la IWW en “Nuestra organización
revolucionaria”, La Voz del Mar, Valparaíso, segunda quincena de agosto,
primera quincena de septiembre 1924.
374 “¿Qué opina usted del Movimiento obrero en Chile?
Responde Moisés Montoya”, Claridad, Santiago, 11 agosto 1923.
375 El 6 y 13 de julio de 1926, por ejemplo, el mismísimo
presbítero Daniel Merino discutió contra los ácratas sobre “La función social
de la propiedad privada y del capital”. “Informaciones gremiales”, Justicia,
Santiago, 5 julio 1926. En Iquique los anarquistas locales habían debatido
públicamente con el obispo José María Caro a fines de 1924. Véase
“Controversiando con el obispo Caro”, El Surco, Iquique, 3 y 10 de enero 1925.
376 En los años veinte su local estaba en Nataniel 1057.
377 En marzo de 1921, los gremios santiaguinos vinculados a
la IWW, eran Unión en Resistencia de Elaboradores en Madera, Unión en
Resistencia de Estucadores, Unión en Resistencia de Albañiles y Concreteros,
Unión en Resistencia de Baldosistas, Federación de Pintores, Federación de
Curtidores, Club de Talladores, Centro Comunista de Panaderos, Federación de
Obreros y Obreras en Calzado, Federación de Obreros de Imprenta de Santiago,
Federación de Sastres.
378 Si bien la IWW nunca asimiló a todos los gremios
anarco-sindicalistas, la cantidad de afiliados no deja de ser importante para
la época. En 1920, antes de un año de haber sido organizada, la IWW contaba con
10 mil miembros. En julio de 1921, luego de la segunda Convención Regional,
decían tener cerca de 13 mil. A fines de 1922, tras la represión, contaba solo
con 3 mil. La cifra aumentaría en los años siguientes, sobre todo debido a la
reunificación de los sectores portuarios. En Valparaíso llegaron a tener 4 mil
miembros pero tras algunas huelgas perdidas y la represión imperante en 1924
solo tenían 1240 con sus cuotas al día. En Santiago el promedio era de 3 mil,
siendo en su mayoría trabajadores de la construcción. Mario Araya, Los wobblies
criollos: op. Cit.; Peter DeShazo, Trabajadores urbanos…, , op. Cit..; Cifras
en Acción Directa, Santiago, 15 de diciembre de 1922. Ver también Trabajo,
Punta Arenas, 1925-1926.
379 En Iquique, entre 1921 y 1923, la IWW estuvo compuesta
por Lancheros, Cargadores, Departamento Femenino, Oficios Varios, Calafates.
Ver El Productor, Iquique, 1921-1923; Ver también La Unión Local, Manifiesto al
proletariado. Explicando nuestra actitud (volante), Imprenta Progreso, Iquique,
21 de diciembre de 1922; Los grupos de jornaleros marítimos, A los jornaleros
marítimos (volante), Imprenta Progreso, Iquique, 1 de agosto 1924; La Unión
Local, Voz de Alerta. Al pueblo y a los obreros marítimos (volante), Imprenta
Progreso, Iquique, 15 de marzo de 1924.
380 El local de la IWW en Valparaíso, en 1926, estaba en San
Ignacio 109.
381 La IWW de Talca estaba compuesta también por cigarreros
de la Fábrica propiedad de Fígari. Por un Departamento de Oficios Varios, Unión
de Elaboradores en Madera, Estucadores y Sastres. Y por un Departamento
Femenino. “Fábrica de cigarrillos boicoteada”, El Productor, Iquique, 25 agosto
1923. Ver El Azote, Talca, 1921. 382 Su local en Concepción estaba en Orompello
n°1195. Sobre la IWW en esa zona ver Bandera Roja, Concepción, 1926. 383
“Solidaridad con los IWW de Arica”, La Voz del Tripulante, Valparaíso,
diciembre 1936. 384 “San Antonio”, La Voz del Mar, Valparaíso, 22 febrero 1925.
En 1938, el local de la IWW en San Antonio estaba en Aldea n°151. Destacaron en
esa sección Segundo Vera, Carlos Navarrete.
385 A fines de 1924 se creó en Carahue la Unión Local IWW
que organizó a los zapateros de la ciudad y estaba trabajando por adherir a
ella a los trabajadores a jornal de la Cía Buques y Maderas, y de
ferrocarriles. Un estudiante, perseguido de la era de San Fuentes, de apellido
García les ayudaba gestionando un policlínico de la IWW y dando charlas. “De
Carahue”, La Voz del Mar, Valparaíso, primera quincena de enero 1925.
386 Entre 1925 y 1927, por ejemplo, hubo una activa
presencia de la IWW en Punta Arenas. Véase, El Trabajo, Punta Arenas,
1925-1926.
387 “Bases, Principios y Métodos de la I.W.W. Aprobados en
la Segunda Convención efectuada del 15 al 18 de Mayo de 1921”, Acción Directa,
Santiago, primera quincena de agosto de 1921. “Segunda Convención de los IWW”,
Claridad, Santiago, 4 junio 1921.
388 Peter DeShazo, Trabajadores urbanos…, , op. Cit., p.
270.
389 Enemiga declarado de la IWW fue la Federación de Gente
del Mar de la Marina Mercante. Ver El Tripulante, Valparaíso, 1925-1926. Por
ejemplo “Las letras fatídicas. IWW”, del 28 de mayo y 4 de junio de 1925; “Como
se nos combate”, “La Asociación de Comerciantes y la Dirección del Territorio
Marítimo contra nosotros”, La Voz del Mar, Valparaíso, primera quincena
noviembre 1924, 11 noviembre 1926; Sobre los consejos federales de la FOCH ver
“La IWW en la región chilena”, Acción Directa, Santiago, primera quincena de
mayo 1921; “Consejo n°2 de Gente de Mar”, La Chispa, Talcahuano, 29 de mayo de
1921.
390 “El lockout de Valparaíso”, “El comicio del viernes”, El
Productor, Iquique, 12 septiembre 1921.
391 Peter DeShazo, Trabajadores urbanos…, , op. Cit., p.
269-274.
392 Ver reportajes de El Sembrador, Iquique, 20 octubre
1923; También revisar El Productor de la misma ciudad.
393 En esa convención asistieron delegaciones de Santiago,
Valparaíso, Talca y Concepción: AGP, FOIC, F. Organizaciones autónomas,
Pintores, Unión en Resistencia de Albañiles y RS, CES, Empajadores de
Damajuanas, Comité Pro-presos y Deportados. De Iquique no llegaron por la
crisis. La FOIC y la F. de Organizaciones Autónomas se retiraron. “La IWW y su
Tercera Convención Regional”, Ideas, Antofagasta, primera quincena de mayo
1924; “Tercera Convención IWW”, Campana Nueva, Valparaíso, primera quincena
abril 1924; “La última convención IWW”, El Obrero Constructor, Santiago, junio
1924.
394 “La 4ta Convención de la IWW en Concepción”, La Voz del
Mar, Valparaíso, 16 abril 1926.
395 Véanse las notas sobre las conferencias del IWW Carlos
Mondaca en Punta Arenas en 1926, a través de El Trabajo, Punta Arenas, 1926. “Nuestra
gira al Ecuador”, La Voz del Mar, Valparaíso, 26 de septiembre 1926.
396 Véase La Voz del Tripulante, Valparaíso, 1936-1938.
397 Ver por ejemplo “Conferencias y charlas de interés
sindical”, La Hora, Santiago, 15 julio 1937; “La IWW puede revivir sus días de
gloria”, “Por línea justa”, El Ariete, Santiago, segunda quincena de junio y
segunda quincena de noviembre de 1939.
398 En esos años, sus locales en Santiago estaban ubicados
sucesivamente en Avenida Matta n°644, 614, 832, y 1113. Memorándum, 22
septiembre 1933, AHN, FMI., V. 8383; “Teatro del pueblo”, La Hora, Santiago, 2
abril de 1941.
399 En 1934 contaban con un Sindicato de Mueblistas. En 1940
fundaron un Comité IWW en el sector San Pablo y pensaban que estaban
reviviendo. “Los Trabajadores Industriales del Mundo renacen en Chile:
Mantienen un gran hogar social con Policlínica para los Barrios”, Vea,
Santiago, 3 de julio 1940; Memorándum, 24 abril 1932, AHN, FMI, V. 8147;
Memorándum, 14 de mayo 1932, AHN, FMI., V. 8147; Memorándum, 25 de abril, AHN,
FMI., V. 8148. En 1938, y según su prensa, contaban con pequeños grupos en
Arica, Iquique, Antofagasta, Taltal, Valparaíso, Los Andes, Santiago y San
Antonio
Muy bueno
ResponderEliminarExcelente nunkavhabia oído de esto ... Hogar artista obrero me parece q se hace urgente la necesidad de algo así ahora
ResponderEliminarMucho más importante es la experiencia de la FORCH en Chile y los sindicatos federalistas por sobre la línea centralista y autoritaria de la IWW, y que llevó al quiebre en el anarcosindicalismo chileno por sus herederos, en la CGT posterior, y la creación de una corriente "política" que quiso ser partido político. Pero a los historiadores chilenos parece no interesarles la corriente federalista.
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