Los comunistas autoritarios se basan en el marxismo y el leninismo. Los
comunistas libertarios se basan en el anarquismo y en autores como
Kropotkin y Malatesta.
Los comunistas autoritarios desean la conquista del Poder Político y hacerse con el control del Estado. Los comunistas libertarios desean la destrucción del Poder Político y con ello, abolir el Estado y reemplazar la organización jerárquica de la sociedad por la libre federación de personas y grupos sociales.
Considerando lo anterior, los comunistas autoritarios enarbolan la bandera del Poder Popular como estrategia para consolidar un Poder en contraposición al régimen burgués y hacerse con el Poder del Estado para consolidar un socialismo de Estado. En cambio, los comunistas libertarios levantan la idea de la Autogestión social como estrategia revolucionaria para la socialización directa por los mismos trabajadores de los medios de producción y consolidar un socialismo libertario.
Los comunistas autoritarios no niegan necesariamente la construcción del Poder Político paulatino por la vía electoral y parlamentaria. Por el contrario, los comunistas libertarios ven en el camino electoral un mecanismo donde la clase dominante fortalece la dominación y por tanto son abstencionistas activos, es decir, critican activamente el electoralismo fortaleciendo las organizaciones sociales de manera horizontal y no promocionando el principio de autoridad, el intermediarismo y la jerarquía que caracteriza al parlamentarismo y electoralismo presidencial.
Los comunistas autoritarios ven en el sindicalismo una herramienta como trampolín para el Poder del Estado, en cambio, los comunistas libertarios consideran al sindicalismo como una vía práctica hacia la sociedad sin Estado ni capitalismo.
Los comunistas autoritarios desean organizar la economía por medio del Estado, es decir, de arriba hacia abajo, donde la dictadura del proletariado es una dictadura contra el proletariado y donde las decisiones son tomadas por una pequeña burocracia en el Poder. En contraposición, los comunistas libertarios desean organizar la economía sin el Estado, es decir, de abajo hacia arriba, de lo simple a lo complejo, mediante pactos libres entre diversas instancias sociales organizadas horizontalmente.
Los comunistas autoritarios desean la conquista del Poder Político y hacerse con el control del Estado. Los comunistas libertarios desean la destrucción del Poder Político y con ello, abolir el Estado y reemplazar la organización jerárquica de la sociedad por la libre federación de personas y grupos sociales.
Considerando lo anterior, los comunistas autoritarios enarbolan la bandera del Poder Popular como estrategia para consolidar un Poder en contraposición al régimen burgués y hacerse con el Poder del Estado para consolidar un socialismo de Estado. En cambio, los comunistas libertarios levantan la idea de la Autogestión social como estrategia revolucionaria para la socialización directa por los mismos trabajadores de los medios de producción y consolidar un socialismo libertario.
Los comunistas autoritarios no niegan necesariamente la construcción del Poder Político paulatino por la vía electoral y parlamentaria. Por el contrario, los comunistas libertarios ven en el camino electoral un mecanismo donde la clase dominante fortalece la dominación y por tanto son abstencionistas activos, es decir, critican activamente el electoralismo fortaleciendo las organizaciones sociales de manera horizontal y no promocionando el principio de autoridad, el intermediarismo y la jerarquía que caracteriza al parlamentarismo y electoralismo presidencial.
Los comunistas autoritarios ven en el sindicalismo una herramienta como trampolín para el Poder del Estado, en cambio, los comunistas libertarios consideran al sindicalismo como una vía práctica hacia la sociedad sin Estado ni capitalismo.
Los comunistas autoritarios desean organizar la economía por medio del Estado, es decir, de arriba hacia abajo, donde la dictadura del proletariado es una dictadura contra el proletariado y donde las decisiones son tomadas por una pequeña burocracia en el Poder. En contraposición, los comunistas libertarios desean organizar la economía sin el Estado, es decir, de abajo hacia arriba, de lo simple a lo complejo, mediante pactos libres entre diversas instancias sociales organizadas horizontalmente.
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