
Autonomía y Horizontalidad: Todas las personas merecen la libertad de definirse y organizarse por sí mismos en sus propios términos. Las estructuras de toma de decisiones deben ser más horizontales que verticales, para que nadie pueda dominar a cualquier otro; deben fomentar el poder de actuar libremente en lugar del poder sobre otros. El anarquismo se opone a todas las jerarquías coercitivas, incluido el capitalismo, el Estado, la supremacía blanca, y el patriarcado.
Ayuda Mutua: Las personas debiesen ayudarse unos a otros de manera voluntaria; los lazos de solidaridad y generosidad forman un pegamento social más fuerte que el miedo que inspiran las leyes, las fronteras, las cárceles y los ejércitos. La ayuda mutua no es ni una forma de caridad ni un intercambio que suma cero, tanto el donante como el receptor son iguales e intercambiables. Ya que ninguna tiene poder sobre el otra, aumentan su poder colectivo mediante la creación de oportunidades para trabajar juntos.
Asociación Voluntaria: Las personas debiesen tener libertad para cooperar con quienes quieran, sin embargo, si lo consideran necesario, del mismo modo deben tener la libertad de rechazar cualquier relación o acuerdo si no es de su interés. Todo el mundo debería ser capaz de moverse libremente, tanto física como socialmente. Los anarquistas se oponen a las fronteras de todo tipo y a las clasificaciones involuntarias por ciudadanía, género o raza.
Acción Directa: Es más empoderante y eficaz llevar a cabo los objetivos directamente que confiar en las autoridades o representantes. La gente libre no ha de solicitar los cambios que quieren ver en el mundo, sino que ha de realizar esos cambios.
Revolución: Los arraigados sistemas represivos de hoy no pueden ser reformados. Quienes detentan el poder en un sistema jerárquico son los primeros en instituir reformas, y por lo general lo hacen de manera de preservar o incluso aumentar su poder. Sistemas como el capitalismo y la supremacía blanca son formas de guerra llevada a cabo por las élites, la revolución anarquista significa luchar para derrocar a estas élites con el fin de crear una sociedad libre.
Auto-liberación: «La liberación de los trabajadores es el deber de los propios trabajadores», como dice la vieja consigna. Esto se aplica a otros grupos de la siguiente manera: la gente debe estar a la vanguardia de su propia liberación. La libertad no se entrega, sino que debe ser tomada.
Tomado del Libro: La Anarquía Funciona
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